Influyó en el cambio que llevó a Anthony Davis a la escuadra de Los Ángeles, que ahora es atractiva para los agentes libres

LeBron James es un armamento de talento como pocas veces se ha visto en la historia del baloncesto. Esa capacidad se pone en despliegue dentro y fuera del terreno.

La llegada de Anthony Davis a los Lakers de Los Ángeles tiene su sello por doquiera que se busque. Independientemente de que los Lakers tuviesen que dar mucho a cambio de Davis, lo que se estila para obtener un talento de esa naturaleza, la mano de James estuvo “meciendo la cuna” desde que el rumor comenzó a esparcirse en la pasada campaña.

Rich Paul es el representante de ambos, pero en la realidad es una de las manos derechas de LeBron, una de esas personas de su extrema confianza que responde sin titubeos a los intereses del número 23 de los los Lakers.

Son los directivos de equipos los que no deben siquiera referirse a jugadores bajo contrato con otras organizaciones. Así lo evidencian cientos de multas que se aplican por violar esta regla. Magic Johnson sabe algo respecto.

Los jugadores, de su lado, conversan en todo momento, almuerzan y cenan juntos, entre otras manifestaciones de encuentros en los que hablan de todo.

Hay reportes de reuniones entre James y Davis, además de que siempre se ha sabido que su destino preferido en un cambio eran los Lakers.

¿La constante entre sus exigencias, el agente y los Lakers? LeBron James.

Beneficios para los Lakers

La Conferencia del Oeste ha cambiado por completo. Las bajas de Kevin Durant y Klay Thompson colocan a Golden State en una situación de desventaja, lo que no se había visto en el último lustro al menos, y, por vía de consecuencia, los demás conjuntos deben ser agresivos para fortalecerse y estar en la pelea.

La llegada de Davis a los Lakers, que según reportes podría hacerse oficial para julio, ofrece a la tradicional escuadra el lujo de contar con dos jugadores de la élite que a su vez sean una especie de imán para atraer otros de su nivel.

Para los Lakers era ahora o nunca. Ceder parte del futuro para tratar de aprovechar lo que le quede a LeBron, quien cumplirá 36 años a finales de este año.

No es lo mismo unir fuerzas con James y Davis que con LeBron y un grupo de novatos. Sin deseos de irrespetar a los jóvenes cambiados por los Lakers, pero no siempre aparece la oportunidad de ganar y, muy a la par con ese criterio, la tropa del Staples Center sabe que no puede seguir desperdiciando el combustible del Rey James.

¿Quiénes irán a los Lakers? ¿Kyrie Irving, Jimmy Butler, Kemba Walker, Kawhi Leonard? ¿Buscarán un agente libre no han costoso y pensarán en personal de apoyo, buenos tiradores?

Hay que esperar. Mientras tanto, eso entra escena por el canje de Davis, uno en el que influyó LeBron James, una mano que mece la cuna fuera de la cancha.

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