Las innumerables manifestaciones que han hecho los docentes de estos centros han sido infructuosas

La revolución educativa que promueve el presidente Danilo Medina se ha tardado en tocar las puertas de varias escuelas y liceos en el municipio de Yaguate, San Cristóbal, donde cientos de niños y niñas reciben el pan de la enseñanza en condiciones infrahumanas y peligrosas.

Tal es el caso de la Escuela Básica Los Panchos, donde desde hace cuatro años exigen la terminación de una cocina-comedor y la construcción de una verja perimetral. Los 73 niños que reciben docencia en este plantel, se ven obligados a cargar con su comida a las aulas en caso de que no quieran almorzar en la obra a medio terminar que está destinada a ser un comedor, que no tiene ventanas ni piso.

“Es un caos todos los días cuando llega la hora de comer. Los niños vienen en fila por sus platos, algunos traen sus butacas del salón para quedarse comiendo en medio de la obra, que solamente tiene un piso de tierra. Los otros, no tienen más opción que comer en medio del sofocante calor del aula”, cuenta Secundina Jiménez Pérez, directora del centro educativo.

La escuela, cuya única seguridad –además de la puerta de entrada– es una palizada que a duras penas se mantiene en pie con unos pocos palos, ha hecho varias manifestaciones para buscar una salida a la situación, tanto en la provincia como frente al Ministerio de Educación.

Según dice Jiménez Pérez, la falta de una valla para la seguridad, ha provocado que desaprensivos entren al área a hacer sus necesidades, a mantener relaciones sexuales, y a consumir drogas.

“Estamos preocupados, porque aunque esas personas entran después de que los niños se van, el desorden tenemos que recogerlo nosotros para evitar que los estudiantes se topen con esa escena”, advierte la directora de la escuela, quien además subraya que “hay quienes comen de las frutas sembradas alrededor del plantel, y luego tiran las cascaras y semillas dentro del aula en las noches”.

Jiménez Pérez indica que personal del Ministerio de Educación fue al centro hace más de dos meses “y prometieron que regresarían en un mes para darle continuidad al proceso, pero todavía los estamos esperando”.

Otro de los centros educativos afectados es la Escuela Básica Las Mercedes, que debido a una serie de vicios de construcción, los profesores se han visto obligados a llevar a sus estudiantes a recibir docencia en una gallera, que hasta hace algunos meses estaba sin ventilación ni ventanas.

“La condición en la que está el centro es paupérrima. Desde hace tres años, tuvimos que abandonarlo, porque acampaba afuera y llovía adentro. Además de que las condiciones de las paredes eran peligrosas, por las enormes grietas”, manifiesta Miguelina Guzmán, directora del centro.

Los más de 450 alumnos que matricula esta escuela, reciben docencia en un espacio angustiante. La forma en la que pudieron acondicionar la gallera resultó con que todos los salones están conectados entre sí, provocando la interrupción de clases si alguno de los niños o docentes se ve en la necesidad de salir de algún aula.

Asimismo, debido a la falta de un espacio para la recreación, el profesor de Educación Física de la escuela no tiene otra opción que impartir sus clases en medio de la calle.

Igualmente, los docentes de la Escuela Básica Los Franco tuvieron que abandonar el centro tras un sismo ocurrido en 2015 que provocó varias grietas. De acuerdo con la directora del centro, Flabia Cristina Alvarado, ese mismo año una comisión del Ministerio fue a comprobar la situación, pero no brindaron respuesta.

“Tuvimos que abandonar el plantel ese año. El próximo, iniciamos la clase a la intemperie, luego construimos una enramada con algunos palos, y ahora un pequeño centro de madera. Todavía estamos esperando que vengan a reparar el centro, el Minerd sabe la situación, sabe que en cualquier momento, el centro se puede derrumbar”, dice Alvarado.

Alvarado advierte que la matrícula de estudiante se ha reducido de 110 a 79, “porque lo padres no quieren tener a sus hijos en un espacio peligroso”.

Los niños reciben docencia en condiciones inadecuadas. Danny Polanco“Ya no sabemos cuáles puertas debemos tocar”

Son alrededor de 10 las escuelas que están en condiciones precarias en ese municipio, entre los cuales también están los centros educativos Moja Casabe, Juan Pablo Duarte, La Jagua, Andrés Bremón, y Hermanas Mirabal. Decenas de docentes afectados se han manifestado en diferentes ocasiones para exigir reparaciones y construcciones, pero aseguran que no han sido escuchados. “Reiteradas veces tuvimos que suspender la docencia, como forma de protesta, porque nuestras movilizaciones en el municipio y en el Ministerio, no las escucha nadie”, advierte el presidente de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en Yaguate, Pablo Sierra. “Ya no sabemos cuáles puertas debemos tocar. Necesitamos respuestas rápido, porque son miles los niños que sufren en medio de todo esto”, manifiesta Secundina Jiménez Pérez.

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