El municipio de Salcedo, provincia Hermanas Mirabal, ha reaccionado con rechazo a la presencia del nieto del dictador Rafael Leonidas Trujillo, Ramfis Domínguez Trujillo, en esa demarcación quien a mediados de mayo hizo un recorrido por el lugar como parte de sus actividades de promoción a la presidencia de la República.

La última acción la encabezó ayer el exsenador de esa provincia y miembro del Comité Político del PLD, Bautista Rojas Gómez, que junto a la alcaldesa de Salcedo, Mercedes Ortiz Diloné, pintaron de negro el local de Domínguez Trujillo en esa ciudad. El local, ubicado en la calle Francisco Morris en el municipio de Salcedo tiene afiches del nieto del dictador y el slogan de su campaña “mano dura”.

El pasado día 14 de mayo, el Consejo de Regidores de Salcedo declaró a unanimidad persona no grata a Domínguez Trujillo. La provincia Hermanas Mirabal lleva ese nombre en honor a las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, que fueron asesinadas el 25 de noviembre del 1960 en el régimen de Trujillo.

Dicen es acto vandálico

Elsa Camacho, presidenta provincial de la mujer del proyecto presidencial de Domínguez Trujillo, calificó como atropello y acto de vandalismo la acción encabezada por Rojas Gómez y Ortiz,
“Esto es un claro acto de vandalismo, que evidencia una vez la dictadura en la que estamos. Aunque ellos dicen que no es un asunto político, ciertamente lo es porque si se observa, los únicos que estaban allí eran ellos dos y miembros de su seguridad personal. Es decir, no es el resultado de la voluntad del pueblo de Salcedo, quien dio su apoyo masivo a Ramfis cuando visitó la provincia”, expresó en un comunicado. Asimismo, agregó que lo sucedido no es un acto propio de las democracias, sino de dictaduras.

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