El presidente de la Asociación Dominicana de Embotelladores de Agua Purificadas, (Adeagua) David Toribio Lantigua, se mostró en desacuerdo con la forma en que la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) publicó un estudio sobre la comercialización de agua contaminada, ya que considera que la misma afecta las empresas que cumplen con las normas sanitarias.

“Lamentablemente el único beneficiado con esta declaraciones son las empresas que se han dedicado a producir agua de manera inadecuada sin calidad sanitaria, de manera ilegal e informal” indicó.

Dijo además que hay una costumbre recurrente en dar informaciones de cierre de empresas y resultados de estudios sin ofrecer los nombres de las empresas o marcas que pudieron verificar y comprobar que tenían contaminación.

El ejecutivo manifestó que dar a conocer estos resultados de esta manera,  afecta el buen nombre  de empresas prestigiosas que cumplen con las buenas prácticas de manufactura e higiene, así como el cumplimiento del reglamento 528-01 de análisis y riesgos de alimentos y bebidas

“Todo esto afecta al consumidor ya que no le ofrece la oportunidad de descartar esas marcas que ellos dicen haber confirmado la baja calidad de sus marcas” indicó.

A su vez, recomendó a la casa de altos estudios coordinar  ese tipo de trabajos con el departamento de alimentos y bebidas del Ministerio de Salud Pública, quien tiene legalmente facultad para supervisar, inspeccionar, sancionar y clausurar cualquier entidad relacionda con alimentos y bebidas.

Consideró que la mayoría de las empresas miembros de la asociación  poseen el sello de calidad del Instituto Dominicano para la Calidad (INDOCAL).

Expresó que para estas empresa mantener ese sello de calidad se realiza una rigurosa supervisión anual. Aunque aclaró que si dentro de la asociación existe algún miembro que no cumple con los requisitos exigidos, el mismo puede ser excluido.

1,700 empresas de agua clandestinas

Toribio declaró que en la actualidad existen 1,700 empresas que operan de manera clandestinas, informal e ilegal, los cuales no tienen registro sanitario.

La UASD informó que el 30% de  las aguas embotelladas no cumplen con los parámetros indicadores de calidad microbiológica.

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