Queja improductiva

La queja es rasgo nacional dominicano. Inicié la semana que hoy termina con el propósito de detectar queja y expresiones negativas similares en la interacción general cotidiana y tal fue la conclusión; es omnipresente.

La queja es rasgo nacional dominicano. Inicié la semana que hoy termina con el propósito de detectar queja y expresiones negativas similares en la interacción general cotidiana y tal fue la conclusión; es omnipresente. Nos quejamos del calor o del esporádico “friito”. De dolores o achaques comunes. De la “situación floja o apretada”, del trabajo, de luchas diarias, de contrariedades triviales, del país. Empleados de comercios, servidores públicos, trabajadores informales, profesionales, todos tenemos la queja a flor de labios. ¿Qué buscamos, hacernos los interesantes o proyectar rol de víctimas? La queja enferma, promueve pesadumbre; erosiona la creatividad y fomenta inercia. Hagamos consciencia de la queja inútil, de sustituirla por sonrisa o por la acción. l

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