La reconstrucción del centro de tercer nivel de SPM inició hace  seis años y apenas exhibe un 35% de avance

De no ser por la moderna área de emergencia inaugurada el año pasado para poner a funcionar el sistema de emergencia 911 y las dos plantas de habitaciones reconstruidas y equipadas, cualquiera pensaría que el Hospital Regional Antonio Musa de San Pedro de Macorís, al Este del país, ha sido azotado por un desastre natural o una guerra.

Con un único ascensor sin puertas en funcionamiento, cortes de electricidad de más de seis horas, techos por donde el cableado eléctrico sobresale como telaraña, pasillos en penumbra, camas sin sábanas, sillas de ruedas recicladas con asientos plásticos y tres ambulancias que se reducen a escombros en un extenso patio, este establecimiento de salud de tercer nivel llamado a brindar atención a los moradores del enclave turístico más importante del país, compuesto por las provincias La Altagracia, Hato Mayor, El Seibo y La Romana y al que incluso, llegan pacientes de Boca Chica y La Caleta, se encuentra en estado de emergencia.

A pesar de que su reconstrucción, a cargo de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), inició hace más de seis años, la obra exhibe apenas un 35% de avance y ha consumido más de RD$352 millones según la diputada reformista y presidenta de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara Baja, la doctora Inés Bryan, quien estima que su costo podría dispararse por encima de los RD$ 600 millones, en violación a lo que establece la ley de Contrataciones Públicas de Bienes, Servicios, Obras y Concesiones, que limita a un 25% las adendas a obras públicas.

En el año 2016, Bryan, sometió una resolución al Hemiciclo para solicitar la terminación y equipamiento del centro, y otra en el 2017 en la que solicitaba la interpelación del director de la OISOE, Francisco Pagán, por el incremento en más de un 500% del presupuesto original de la obra, que inicialmente se fijó en RD$56 millones. “Tenemos interés y así sometimos una resolución para la interpelación de este funcionario público. No tuvimos la oportunidad de hacerlo pero nosotros necesitamos que se transparenten los fondos que se están empleando en el hospital Dr. Antonio Musa”, destaca la legisladora, quien duda que el centro pueda ser terminado este año.

Al recorrer los oscuros pasillos del Musa es común coincidir con pacientes acompañados de algún familiar sosteniendo en sus manos los sueros, o verlos cruzar las calles para realizarse estudios en los centros diagnósticos y laboratorios que se han asentado al frente de la deteriorada edificación que redujo de 250 a 154 camas su capacidad de internamiento.

“Tantos millones que se han gastado y no se ven por parte”, se queja Ana María de la Rosa, quien tuvo que acudir a un centro privado a hacerle una placa de rayos X a su hijo porque los propios médicos desconfían de los resultados del aparato del que dispone el hospital.

Silveria Pérez, residente en el municipio Quisqueya, reconoce las buenas atenciones brindadas por los médicos, mientras sostiene el suero de su pequeño hijo que padece problemas renales y comienzo de bronconeumonía.

Desde el año pasado, las únicas radiografías de tórax que se hacen son las de niños porque las de adultos fueron suspendidas y están en reparación los aparatos de colonoscopia, mamografía y ecocardiografía.

Decadencia

Justamente una de las áreas más tétricas es la de imágenes diagnósticas, donde a pesar de contar con un moderno tomógrafo, mamógrafo y un resonador magnético, los pacientes esperan su turno de pie y a oscuras para ser atendidos en estrechos espacios faltos de condiciones.

El secretario regional de la Unión Nacional de Servicios de Enfermería Dominicana (Unased), Leandro Tondú Olivares, se queja de que a pesar de que el presidente Danilo Medina ordenó en el año 2014 priorizar la terminación de este hospital, la obra no ha sido concluida.

El sindicalista también deplora que las autoridades no hayan nombrado al personal de enfermería y administrativo para suplir las vacantes dejadas por 78 enfermeras y 62 trabajadores de conserjería pensionados en el año 2016, lo que ha obligado a que la dirección del centro haya recurrido a contratar personal de manera provisional para cubrir áreas críticas como la emergencia.
“Este hospital hay que declararlo en estado de emergencia. Los servicios se están haciendo de tripa corazón”, dice el enfermero cuya voz parece perderse con el sonido de la planta eléctrica.

Según Tondú el hospital gasta diario 22 galones de gasoil por cada hora de apagón ya que no tiene servicio de luz las 24 horas lo que repercute de manera negativa en las finanzas del hospital que recibe una subvención mensual de apenas RD$2.6 millones y poco más de RD$3 millones provenientes de la venta de servicios al Seguro Nacional de Salud (Senasa) en el Régimen Subsidiado.
“Misteriosamente el hospital solo duró dos semanas en el circuito 24 horas porque cuando habilitaron el Centro de Corrección y Rehabilitación, que está ahí al lado, lo quitaron para pasárselo a la cárcel”, dijo el gremialista quien señala que los continuos apagones y los voltajes irregulares han provocado daños en equipos médicos, lavadoras y otras maquinarias.

Esta información es corroborada por el director del hospital, el doctor Guillermo Hernández, quien ocupa el cargo desde el año 2004, y dice haber encontrado el centro, inaugurado en el 1999, en peores condiciones que las actuales.

“Solo pasaron cuatro años para que se convirtiera en un hospital viejo y deteriorado, y es parte de los problemas que se están resolviendo con la remodelación. O sea que muchas partes, como los ascensores, lo encontramos así mismo. Era un hospital con una Unidad de Cuidados intensivos cerrada, el área de diálisis, cerrada, el laboratorio de bacteriología cerrado, con un solo aparato de Rayos X, una máquina de hemograma, o sea que era un desastre. Entre 2003 y 2004 murieron más de 20 niños fríos por falta de luz en las incubadoras. Ya eso no ocurre en este hospital”, asegura.

Según el galeno, actualmente el hospital cuenta con una Unidad de Cuidados Intensivos y seis quirófanos, en donde se realiza un promedio de 20 cirugías diarias, entre electivas, obstétricas y de emergencia y con capacidad de atender pacientes politraumatizados porque ya disponen de las bandejas de cirugía.
“Antes se refería mucho por traumas craneales pero ya eso ha bajado porque ya tenemos las bandejas, cinco ventiladores, un ventilador portátil…pero en los casos de pediatría que suponen complicaciones como cardiopatías o enfermedades muy complejas, referimos a los hospitales Robert Reid Cabral, al Hugo Mendoza, y el hospital de Los Mina en Santo Domingo”, dice el funcionario.

Indicó que cuentan con tres neurocirujanos, intensivistas, emergenciólogos, perinatólogos, cirujanos vasculares, otorrinonaringólogos, médicos familiares, obstetras, entre otros especialistas.

Agrega que el hospital también cuenta con un ventilador mecánico neonatal en la unidad de perinatología y suministran gratuitamente el surfactante y citrato de cafeína para los recién nacidos con problemas respiratorios ligados a la prematuridad.

Pese a precariedades el centro da varios servicios

A pesar de las limitaciones con que opera, el hospital registra un promedio de 18 y 20 nacimientos diarios, 300 consultas, tiene más de 40 pacientes en programa de hemodiálisis y diálisis peritoneal, y mantiene en marcha programas de inmunización, tuberculosis, VIH, salud integral, planificación familiar y Mamá Canguro para niños prematuros y bajo peso. Realiza cirugías laparoscópicas de vesícula y tiene tres escuelas de residencia donde actualmente hay 105 especialistas en formación en las áreas de Emergenciología y Cuidado Crítico, Ginecología y Obstetricia y Medicina Familiar. Quedan pendientes de rehabilitación las salas de cirugía, preparto, pediatría, neonatología, consulta externa e imágenes, entre otras.

LOS EXPERTOS

Dra. Inés Bryan
Diputada por el PRSC
“Es mi hospital, he trabajado ahí desde su inauguración en el 1999, es un hospital que me duele porque trabajo ahí y me atiendo ahí”, subraya la legisladora, quien reconoce la labor titánica que realiza el personal de salud para realizar su trabajo en las peores condiciones.

Dr. Guillermo Hernández
Director del Hospital Dr. Antonio Musa
“Estamos presionando, tanto el Servicio Nacional de Salud (SNS) como las autoridades locales para que este hospital sea terminado este año, fue una de las promesas que se hicieron”, dijo, tras explicar que las áreas de la morgue y patología serán equipadas próximamente.

Leonardo Tondú Olivares
Secretario regional de Unased
Este hospital hay que declararlo en estado de emergencia, los servicios se están haciendo de tripa corazón. El director ha querido hacer algo como gerente pero sin recursos es muy difícil”, afirmó el gremialista que reclama el pronto nombramiento de personal de enfermería.

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