El mural de Engelbart es un espejo que habla de un avance sin demagogia. Hechos de un modo aislados y otros consecutivos que generaron un progreso exponencial, pero con un sólo factor en común: la Inteligencia Colectiva mas allá de una economía digital colaborativa.

Hace 51 años, el 9 de diciembre de 1968, Douglas C. Engelbart y un grupo de 17 investigadores que trabajan con él en el Augmentation Research Center del Stanford Research Institute en Menlo Park, California, realizaron una demostración pública de 90 minutos en vivo del sistema NLS (oN Line System), que el equipo estaba trabajando desde 1962.

Esta demostración es llamada “Mother of All Demos” (“La Madre de todas las demostraciones”, en español) donde el “mouse” es uno de los elementos presentados. Esa demostración es catalogada como uno de los catalizadores modernos en materia de tecnología, que dio paso a las herramientas que hoy en día disfrutamos. Pero el “mouse” era sólo una de las muchas innovaciones que se presentaron ese día, incluyendo el hipertexto, object addressing y la vinculación dinámica de archivos, así como la pantalla compartida que permitía la colaboración de dos personas en diferentes sitios a través de una red con la interfaz de audio y vídeo. Sí, esto fue en 1968. Puede ver el video de la “Demo”, cortesía de la Universidad de Stanford.

Origen del Mural

Con motivo del 40 aniversario de “La Madre de todas las demostraciones” y en honor a Douglas C. Engelbart, se hizo un mural (4 por 27 pies) que describe la evolución de la cultura y la tecnología desde 1925 hasta la actualidad; desde la perspectiva de la vida de Engelbart, inventor del ratón del ordenador y otros avances tecnológicos que cambiaron el mundo.

Si observan con detenimiento, podemos ver en el mural una franja morada que especifica las eras de Co-Evolución de Sistemas Humanos y de Herramientas, donde podemos ver claramente los siguientes datos:

• La “Era Industrial”, inicia en 1935 y termina en 1963.
• La “Era de la Información”, inicia en 1964 y termina en 1989.
• La “Era del Conocimiento”, inicia en 1990 y termina en 2008 (muchos no coinciden en esta fecha).
• La “Era del Concepto”, según indican los expertos inicia con “el cambio de paradigma acerca de los paradigmas”.

Mural de Engelbart

Este mural es muy interesante, lo había visto online unos meses después de su realización. La primera vez que lo vi en detalle (ofF Line) fue gracias a Frederic Emam-Sade, él tenía el Mural Impreso en un cuadro a tamaño real; de hecho, nuestra conversación cambió de tema ese día, ante mi asombro al poder ver la Co-Evolución humana en una sola mirada.

Un error en la “Era del Concepto”

Aún como nación mantenemos el discurso que da prioridad a la conectividad en el país, teniendo en cuenta que la brecha digital abarca el 45 % de la población. Se está haciendo un llamado para que los dominicanos se conecten y sean parte de una república digital, sin fronteras, sin distancias, donde sólo quedan excluidos los que se resisten a dar el salto hacia el mundo de la información y el conocimiento.

Esto nos encasilla en la “Era del Conocimiento”.

Seguimos como nación invirtiendo para ver resultados inmediatos, cuando nuestro principal reto es producir más y mejor desarrollo humano. En la “Era Industrial y de la Información” existían dos variables a superar: La Electricidad y la Educación. Si ésas son materias pendientes a la fecha, ¿cómo podemos avanzar hacia la era del concepto?

¿Cómo podemos abordar entonces una economía naranja perteneciente a la a era del concepto?

Producir desarrollo es trabajar la educación en los elementos iniciales de la cadena de valor, donde no se ve, porque es aun trabajo a mediano plazo; ese trabajo no sirve para la comunicación y propaganda, para las campañas y la vorágine electoral que siempre amenaza los planes orgánicos. Las fórmulas de empujar lo visible en materia de TICs, emprendimiento, innovación y competitividad, mediante inversiones en centros y compras de equipos, charlas masivas, no ha sido efectivo; sobre todo si aún como nación mantenemos el reto de tener un servicio eléctrico eficiente, también cuando nuestros servicios de comunicación inalámbrica son frágiles.

Se está invitando a los dominicanos a conectarse a una “era” que ha caducado, donde no está claramente definido cómo producimos el desarrollo suficiente para dar el próximo salto. Es evidente que la penetración de los teléfonos móviles en nuestro país, ha provocado que este retroceso pase desapercibido. Para que tengan una idea, según la ONE (Oficina Nacional de Estadística) en su encuesta ENHOGAR desde el año 2013, presenta que los dominicanos utilizan más el teléfono móvil en los hogares que la televisión y la radio.

Repetimos la afirmación: para reducir la brecha digital, tenemos que aumentar la conectividad móvil. Pero de cara a la “Era del Concepto” estamos bien tarde; aumentar el acceso móvil ayudará a crear más consumidores digitales, pero no necesariamente personas que puedan pensar y más aún, producir desarrollo.

Nuestro espejo

Hay muchas formas económicas de cómo reducir la brecha digital y crear una república digital cuando seamos sinceros, entendiendo que un mandato no producirá innovación, sino el convencimiento de que deben existir redes humanas que aborden de manera sincera las problemáticas y definan soluciones permanentes a muchos males endémicos. Pero esas son palabras que no son parte del panorama en la República Dominicana en los últimos 20 años; aún así, persistirán en el Mural de Engelbart.

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