El padre José Pastor Ramírez, encargado del Programa de Formación Conjunta de la Familia Salesiana, consideró este Viernes Santo que los intereses de los políticos y de los partidos están aplastando la justicia dominicana.
“Los hombres y mujeres que así actúan no están buscando el desarrollo de la institucionalidad y del Estado de derecho. Hemos de ser cuidadosos y prudentes al elegir a nuestros líderes. Los gestores de este propósito aunque se sientan descubiertos se ponen nerviosos y aprovechan todos los medios a su alcance para demonizar, maltratar y ridiculizar a quienes lo ponen en evidencia”, sostuvo.
Al analizar la segunda frase del Sermón de las 7 palabras, “Hoy estará conmigo en el Paraíso”, señaló que quien vota por los corruptos los legitima “los justifica y es tan responsable como ellos”.
Te recomendamos : Iglesia pide perdón por los que haciendo uso de su poder quieren pisotear la Constitución
“Aquí los dominicanos tenemos una cuota muy importante y yo espero que la ejerzamos”, sostuvo.
Dijo que mantiene y sostiene la postura del arzobispo de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, de que nos están conduciendo a una dictadura. “La sintomatología que se verifica nos está llevando a definir el trastorno, dictadura”.
Manifestó que la peor injusticia es la justicia simulada. “La justicia simulada, amañada y de conveniencia fue la que sentenció a Jesús al Patíbulo de la cruz”.
Sostuvo que en este Viernes Santos “tendríamos que hacer memoria de todas las víctimas de la justicia arreglada y de las componendas en nuestro país, en América Latina y en el mundo. Qué vergüenza, qué vergüenza “.
Dijo que esas personas que amañan la ley a su aplicación deberían decirle a Jesús: “perdóname, sálvame, recuérdame, ayúdeme a ser una persona honesta, seria y responsable al aplicar la ley, no quiere seguir siendo un títere en mano de personas líderes entre comillas, sin escrúpulos y sin conciencia “.
Sostuvo que alberga la firme esperanza de quienes se dedican a aplicar “la justicia selectiva y amañada”, puedan reconocer el mal cometido y que puedan convertirse y ver al salvador.
Dijo que los protagonistas de la ley amañada solo tienen que confesar su culpa y reconocer la inocencia de los condenados injustamente.
Sostuvo que la justicia dominicana está secuestrada y que se regodea en si misma impartiéndose de manera amañada.
Pidió a Jesucristo que conceda a los dominicanos la fuerza y la determinación suficiente para exigir una real independencia de los poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo.
“Señor, que no sean los políticos quienes elijan los jueces, sino la sociedad civil, a ver si acabamos con este terrible cáncer de la justicia amañada. Te lo piden señor todos los colgados en la cruz, los crucificados como lo hizo Dimas al pedirte estar contigo en el paraíso “, sostuvo el religioso.
Pastor Ramírez entiende que los responsables de impartir justicia se caracterizan por exhibir comportamientos cínicos “y son en cierto momentos teatreros, que no investigan lo suficiente. Su función se ha reducido prácticamente a encubrir a líderes políticos corruptos”.
Consideró que quienes dirigen “nuestro destino” lo que nos ofrecen muchas veces es una justicia simulada.
Entiende que se están condenando a muchos Jesús en el país, con esa “justicia simulada”.
El religioso manifestó que la justicia de la República Dominicana parece ser selectiva, “solo para algunos, convirtiendo los expedientes en fuegos artificiales, en espirales de humo, en una simulación, una justicia fundamentada en la mentira”.
Señaló que pareciera que los que han sido designados para administrar justicia están trabajando para que la corrupción que se genera en las instancias de la sociedad quede impune.
“Diera la impresión de que en República Dominicana el mérito no se premia o si se premia es muy tímido. Se premia muchas veces el robo, los comportamientos sinvergüenzas, se premia lo mal hecho. Qué triste legado estaríamos ofreciendo a las actuales y próximas generaciones”.
Pastor Ramírez dijo que está firmemente convencido de que a los dominicanos les hace falta un rito de purificación, conversión, saneamiento profundo y exorcismo “pero con un buen exorcista”.
“Un súbito brote de dignidad y decencia al estilo del buen ladrón, que haga de los jueces y fiscales la efigie, clarificada, magnificada, orgullosamente trasladada al Estado. Es el concepto de la justicia que ha de primar en la sociedad en el mundo”, manifestó.
Consideró que en el actual modelo económico político, los tribunales de justicia toman decisiones que van muy en contra del interés nacional, de lo que establece la Constitución y las leyes de República Dominicana.
“Diera la impresión de que el Estado de derecho del país es frágil porque no se respetan las leyes o la gran mayoría de ella”, indicó.