Madrid,(EFE).- La melodía al piano de «A mis amigos» que compuso Alberto Cortez sonó hoy en la capilla ardiente de este mítico artista argentino, fallecido a los 79 años en Madrid, al que despidieron familiares y amigos que recordaron su maestría y su gran humanidad, «un grande de la cultura en español».
La sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en Madrid, entidad de la que era socio desde 1966 y donde tenía registradas 438 obras, acogió este viernes la capilla ardiente de Cortez en una desapacible tarde donde el granizo y la lluvia acompañaron a los familiares y amigos que acudieron a su despedida.
La presidenta de la SGAE, Pilar Jurado, amiga del fallecido, recordó emocionada la gran humanidad de Cortez, y pidió que sea recordado como «un grande».
«Era un ser inmenso con una generosidad inmensa y capaz de llenar de ilusión» a la gente, a la que hacía «soñar con castillos en el aire», señaló, en referencia a uno de los más famosos títulos de sus canciones.
También destacó su optimismo ya que a los 79 años seguía cantando. De hecho, el artista tenía compromisos en Puerto Rico, en República Dominicana y en México, tras concluir a finales de 2018 otra gira, y preparaba un nuevo disco con temas diferentes al que fue su último espectáculo, «Boleros».
Jurado expresó su tristeza por decir adiós a un amigo pero también su alegría porque la SGAE, que era «la casa» de Cortez, haya acogido su capilla ardiente, a «un grande de la cultura en español».