La naturaleza nos exige una tregua

Señor director: La sequía que afecta al país, en especial la zona norte, donde decenas de agricultores y ganaderos han perdido la inversión de sus negocios, a causa de este mal, nos hace repensar las acciones inmediatas que se deben tomar para revertir, o por lo menos retrasar el gran daño que el mal manejo de los recursos naturales, junto a la descomunal contaminación han descontrolado el ciclo normal del medio ambiente.

Señor director: La sequía que afecta al país, en especial la zona norte, donde decenas de agricultores y ganaderos han perdido la inversión de sus negocios, a causa de este mal, nos hace repensar las acciones inmediatas que se deben tomar para revertir, o por lo menos retrasar el gran daño que el mal manejo de los recursos naturales, junto a la descomunal contaminación han descontrolado el ciclo normal del medio ambiente.

Desde hace décadas centros de investigaciones medioambientales habían pronosticado lo que hoy en día sucede y denominaron como “Cambio Climático”, que es la variación en el estado del sistema climático que puede perdurar decenios hasta alcanzar un equilibrio según los expertos, cuestión que afecta directamente todas las actividades humanas y su posible desarrollo integral.

Igualmente, las malas prácticas de las cientos de industrias químicas, petroquímicas y de carburantes que contaminan ríos, arroyos y playas sin ningún comedimiento, provocando graves daños al ecosistema donde todos convivimos.

Otros problemas que, en este caso, enfrenta la República Dominicana, es el manejo inadecuado de los residuos sólidos y su disposición final, así como el ordenamiento urbano donde se tienen que erradicar los cinturones de pobreza que por no tener acceso a servicios básicos son focos de contaminación constantes.

Asimismo, prácticas ilegales como la extracción clandestina de arena y piedras de los ríos y la tala de árboles para su comercialización. También la implementación de sistemas de tratamiento de aguas residuales para evitar la contaminación de los suelos se hace urgente.

Por tal razón, las autoridades tienen que ocuparse en trabajar mancomunadamente con la población y las instituciones encargadas de proteger el medioambiente, la fauna y los ecosistemas del país para evitar situaciones lamentables donde solo nos vemos afectados nosotros como residentes temporales en este asteroide llamado tierra.

Igualmente, los sistemas de penalización deben ser más estrictos, y debe destinarse una mayor inversión pública para la preservación de zonas forestales e incentivar a crear nuevos espacios verdes.

Incluso someter proyectos de ley en beneficio del desarrollo de la población donde se limiten la cantidad de habitantes, industrias y automóviles en una demarcación o región demográfica para prevenir a toda costa exceder la capacidad de supervivencia de esas zonas.

Si no se toman medidas drásticas, la polución hacia el planeta se convertirá en cotidianidad con lamentables consecuencias que solo están dirigidas en detrimento de nosotros mismos como especie, es por esto que a través del cambio climático la naturaleza nos exige una tregua.
Angel Abraham Méndez Rosario
Peridiosta

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