Una inesperada nueva era de cooperación de EE.UU. hacia el Caribe se avecinaría, tras la reunión del presidente Donald Trump, con los gobernantes de República Dominicana, Haití, Jamaica, Bahamas y Santa Lucía. Algo sorprendente, pues la agenda internacional de Trump es característicamente chauvinista, cuasi autárquica. Pero es la conclusión conforme lo informado por el presidente Danilo Medina a su regreso al país, sobre los temas ventilados: comercio, seguridad, energía, combate al delito, desastres naturales. Todo, cordialidad e interés de Trump por “construir relaciones mutuamente beneficiosas”, mientras temas que se anticipaban: China y Venezuela, no fueron tratados. Un encuentro mayormente inocente y así, al momento corresponde saludarlo. Queda la interrogante: ¿En razón de qué la “bondad”?

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