Sobre Loma Miranda

Hace unos días, la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y la Asamblea del Campamento Loma Miranda advirtieron que la empresa Falcondo aún planea explotar la montaña.

Hace unos días, la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y la Asamblea del Campamento Loma Miranda advirtieron que la empresa Falcondo aún planea explotar la montaña.

Sin dudas, el caso Loma Miranda ha polarizado una gran parte de la opinión pública y dividido a los políticos, las organizaciones y en particular a las personas de Bonao y La Vega en dos grandes grupos: Los que piden la explotación y los que se oponen.

Representantes de ambas posiciones han insistido en defender sus planteamientos y en tratar de incidir en los medios de comunicación para lograr aliados, pero aún con varios años de vigencia mediática del tema parecen insuficientes los datos objetivos, con números y detalles, que justifiquen con fundamentos racionales cualquiera de las posturas, lo que puede conducir a la población a mucha confusión.

Con lo que se ha difundido hasta el momento, se puede afirmar que el proyecto de explotación minera presentado al país parece viable y se acompaña de un compromiso de manejo del medioambiente desde la perspectiva de la sostenibilidad y de asumir los pasivos ambientales que conlleve. Y los argumentos de sus defensores también lucen válidos, como la importancia que reviste para el comercio local por el flujo de circulante, la generación de empleos y la necesidad de aprovechar los recursos derivados de este negocio para cosas como, por ejemplo, favorecer el empobrecido Ayuntamiento de la zona.

Por otro lado, quienes se oponen a la explotación de Loma Miranda desde el enfoque ecologista tienen razones muy atendibles, pero los postulados de la conciencia ecológica en ocasiones lucen más románticos y subjetivos.

Tan grave es cualquier explotación minera que cause daños y se haga de forma irresponsable como la oposición basada más en el rechazo al concepto de explotación que en el análisis de consecuencias y de la relación entre perjuicios y beneficios.

Por ello, se necesita con urgencia más información proveniente de expertos sin intereses en esto que muestre una idea más clara del impacto ambiental, las opciones de manejo, y en general datos que conviertan en más técnico un debate que sin dudas se ha politizado y apasionado.

Cada lugar, cada plan y cada caso de explotación es diferente y, por tanto, algunos son atractivos y otros deben ser desechados.
Por eso, específicamente con Loma Miranda, se deben estudiar las condiciones precisas para que la decisión que se tome sea firme e irrevocable: Lo que más convenga a la República Dominicana.

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