Muchas veces creemos que estamos en la dirección correcta, aún cuando nuestras acciones nos dejan un saldo amargo. Por momentos, nos cuestionamos, sobre todo, cuando experimentamos algún revés, cuando por nuestra manera de ser y comportarnos, recibimos como respuesta actitudes y palabras hirientes.

Es en esas situaciones en las cuales pensamos que, quizás no estamos actuando de la mejor manera.

Es muy triste que por nuestra soberbia, por no medir lo que decimos y hacemos, llevemos a otros hasta el punto de tener que lastimarnos.

No en vano reza el dicho: “El que dice lo que no debe, escucha lo quien no quiere”. Sin embargo, es justo admitir que todo eso que sentimos que tanto nos lastima, no es más que una respuesta a nuestras palabras y acciones hirientes.

Si no reconocemos esto, estamos en un grave error.

Frente a todo eso, nos detenemos a reflexionar. Nos observamos, evaluamos nuestra conducta, nuestro proceder frente a los otros, especialmente aquel o aquellos que están más cerca de nosotros, que son, a la larga, quienes suelen resultar más lastimados.
Nos duele en el alma cuando una persona amada nos dice un par de duras verdades en la cara, nos duele el doble, no solo porque tenga la razón, si no porque nos damos cuenta, que nosotros, y nadie más lo llevamos hasta ese punto.

A veces también el dolor es porque, en el fondo sabemos que ese alguien sufre tanto como uno, al tener que reaccionar de esa forma.

Algunos no nos detenemos a pensar en los sentimientos del otro, en que aunque aparentan una gran fortaleza, en realidad pueden ser muy sensibles, más que todo, en lo relativo a sus afectos y que no les resulta nada fácil tener que asumir una actitud defensiva y pronunciar algunas palabras hirientes a esa persona que tanto ama.

Siempre je escuchado, que antes de decir alguna cosa con la que podemos lastimar a otros, em especial a quien se ama, es necesario contar hasta 10.

Es mejor hacer una pausa, respirar, pensar en las dimensiones de lo que vamos a decir, en el daño que podemos causar, pero, y sobre todo, pensar en cuál será la reacción del otro y si estamos preparados para una respuesta que puede resultar muy hiriente.

Posted in Edición Impresa, Mi Tiempo, Opiniones

Más de edicion-impresa

Más leídas de edicion-impresa

Las Más leídas