Se pasan la vida probando bocas, cuerpos, destapando secretos y desnudando senderos, pero no han tenido un banquete de amor… prueban todo, devoran lo prohibido, provocando mareas de sensaciones, pero al amanecer aparecen en la orilla, expuestos como botella de licor vacía… y mientras exploran nuevos sabores renuncian al banquete de la casa, a encontrar la plenitud en lo sencillo, la grandeza en lo propio, el amor en la primavera del alma. La vida no es para enriquecernos, ni se trata de vivir con mucho o con todo, es que cada día tengas el valor de agregarle significado. El egoísmo hace ver el amor como una fantasía, el amor como una poesía. Cuidado si “tus riquezas” te desvían, que por querer abarcar tanto pierdes la única ocasión para lo verdadero.
Como botella vacía
Se pasan la vida probando bocas, cuerpos, destapando secretos y desnudando senderos, pero no han tenido un banquete de amor