Un gran salto

República Dominicana está haciendo cosas para entrar de lleno a la era digital. Es evidente que existe interés en el gobierno de avanzar en esa dirección.

República Dominicana está haciendo cosas para entrar de lleno a la era digital. Es evidente que existe interés en el gobierno de avanzar en esa dirección.

El modelo República Digital y el paradigma “gobierno electrónico” responden a ese propósito, y probablemente están alineados en la dirección adecuada, pero se requiere de un mayor impulso, un “gatillo que empuje la bala a la velocidad deseada”, como diría el experto en innovación tecnológica Vito Di Bari, que el jueves dictó la conferencia “Impacto de la Tecnología y la Innovación para la Productividad y la Creación de Empleos”, en el Palacio Nacional.

Para que ocurra habría que revisarlo todo. Ya la cuestión no es sólo subsanar la brecha digital en los diferentes estratos sociales, que se permita el acceso al internet, o en general, al conocimiento a través de las plataformas digitales.

La cuestión es cómo República Dominicana y sus fuerzas productivas se incorporan a un tren que avanza a alta velocidad. Requiere de una aceleración que arrastre a las generaciones, a los pequeños desde los cinco años, a los jóvenes y a la fuerza laboral activa.

Es un concierto de todos: el gobierno como estimulador y los emprendedores o empresarios establecidos que deben entender que ha llegado la hora de un gran cambio: la cuarta revolución industrial, en la cual las nuevas tecnologías, que incluyen la robótica, los procesos industriales con mayores niveles de automatización, el uso inteligente de los servicios que disminuya la intermediación, un cambio en la manera de hacer las cosas.

¿Quiénes harán el cambio? Es asunto de todos. Compete a las escuelas, a las academias de alta calificación, a los sectores productivos, con un fuerte liderazgo público, que ayuden a crear las condiciones con ese propósito.

No basta con la “República Digital” de hoy. Ese programa apenas llega a 147 escuelas de las 6 mil establecidas en todo el país.
Apenas más de 40 mil estudiantes tienen acceso a computadoras, algo más de 3 mil de los 80 mil maestros se entrenan en tecnologías educativas.

A esa velocidad habría que esperar demasiado tiempo. Hay que dar un gran salto para alcanzar el tren, si verdad deseamos que el país se incorpore a la era digital.

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