Sueño: Deseo orinar pero no consigo cuarto privado y no se hace a vista del mundo. Acuso intensa desesperación y angustia durante la película onírica, acuciante manifestación inconsciente de la “pelea” entre mi vejiga urinaria llena y mi apagado cerebro durmiente. La primera gana y me despierto. Salto de la cama y dirijo al baño, aliviada de que en el mundo real son área privada. Lo de nunca imaginar era que este común sueño “se haría realidad”. Pero sí; gracias a la intrépida delincuencia recientemente viví la surrealista experiencia de usar un baño sin puerta, se la habían robado junto a otras en propiedad mía. Al menos fue sin espectadores en derredor y calmada; pillaje leve aquí, era algo para sonreír.

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