Cuando alguien hace cambios, deja lugares y posiciones, los demás lo critican, se cuestionan incesantemente, especulan, dejan de lado sus ocupaciones y sus vidas, para enfocarse en el por qué de esa decisión, que en nada tiene que ver con ellos, que en nada les afecta y por lo tanto no debería importarles.

Pero, así es la gente, casi en su mayoría.

Creo que una de las razones es que muchas veces, hay quienes están convencidos de que todo lo que tienes es suficiente, que no necesitas nada más, que ese es límite y por lo tanto, nada tienes que anhelar o desear.

Estas ideas prevalecen, sobre todo, en aquellos que se la pasan deseando lo que otros tienen, aquellos que entienden que tu vida es la que habrían deseado para sí.

La mayoría de la gente no entiende, cómo alguien puede un día, sin más ni más, decidir salir para siempre de su zona de confort, solo por entender que lo que hace ya se ha vuelto tan fácil y monótono, que podría hacerlo “con los ojos cerrados”, sin mayor emoción.

Si observamos un poco, nos daremos cuenta, que muchas veces, nos acomodamos en la odiosa rutina.

Preferimos hacer las cosas por cumplir. Ocupar un espacio, cumplir con un determinado programa diario, para al final del día terminar más cansados del espíritu que del cuerpo, pues nuestra alma ha agotado otra jornada nadando contra la corriente, desoyendo a nuestra voz interna que nos grita que ya es tiempo de cambiar de dirección.

Aunque es común que algunos se interesen en las acciones de los demás, las comenten y se sientan en el derecho de cuestionar decisiones que no son de su incumbencia, existen aquellos que entienden que cada uno es dueño de sus acciones y por lo tanto, sus razones tendrá para tomar la decisión que considere más conveniente y oportuna.

Es bueno entender que no siempre lo que es bueno para uno, lo es también para otro.

Muchas personas sienten que pueden dar más, que pueden llegar más alto, o simplemente deciden el día menos pensado, comenzar a disfrutar de una vida más tranquila, menos afanosa, más enfocados en ellos y en sus seres queridos.

Algunos van dejando sueños en el camino y un buen día deciden regresar por ellos, aunque eso implique grandes sacrificios.

Posted in Mi TiempoEtiquetas

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas