Rosa Alba Soriano es la propietaria de “Alma Orgánica”, una empresa que trabaja con productos orgánicos locales

Para Rosa Alba Soriano, el coco, el mango, la piña y el aguacate son más que simples productos comestibles. Con ellos -y con más frutas- la joven emprendedora elabora aceites, cremas, jabones y otros, de gran importancia para cuidar la higiene y la parte estética de las personas.

Es la propietaria de “Alma orgánica”, una empresa que nació gracias al interés que tuvo Rosa Alba de mostrar al público las propiedades que vienen de un conjunto de plantas, que existen no solo en los terrenos de República Dominicana, sino más allá de estos. “Me llamó la atención que la mayoría de la gente compraba esos productos por internet. Quiero que el pueblo dominicano entienda que podemos producir con la misma calidad y beneficios, porque tenemos plantas medicinales buenísimas, que las podemos conseguir en cualquier lugar de nuestro territorio”, dice la pequeña empresaria.

La entrevista se desarrolla a media mañana, en un espacio del Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI), donde Rosa Alba exhibe sus productos, aprovechando que ha sido invitada durante tres días por la institución, a propósito de la celebración de la Semana de la Innovación y el Desarrollo.

“Como emprendedora cumpliré diez años y con el negocio dos”, comenta Rosa Alba, minutos después de que el fotorreportero Danny Polanco ha instalado los micrófonos y la cámara para un video que acompañará este escrito en la parte digital. “El público me ha dado buenas respuestas. Las personas se cuidan más y eso es importante para un negocio como el mío. Están usando más aceites, cremas (…). Las personas se preocupan mucho por cuidarse su pelo y su piel y ahora que entró el boom de lo orgánico, hay que aprovecharlos”, explica. Una de las ventajas de tener los productos de Rosa Alba es precisamente que son orgánicos y no convencionales, según asegura.

Como suele ocurrir con otros emprendedores, Alma Orgánica comenzó pequeñito, pero el tiempo lo va agigantando, partiendo de los testimonios que ofrece su dueña a este periódico. “Va creciendo porque los usuarios se preocupan más por conocer lo natural, por cuidarse.

La gente está haciendo muchos más ejercicios que antes, está llevando una vida sana y esto les ha ido creando una necesidad que ha crecido, tanto en el mercado local, como en el internacional”, dice con orgullo. Rosa Alba se desenvuelve bien frente a la cámara y aunque al términar el diálogo expresó que estuvo nerviosa, nunca lo dejó notar.

Ha participado en varias ferias, incluida la de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, que organiza el Ministerio de Industria y Comercio. Para la elaboración de los productos utiliza “recetas de la abuelita” o recetas tradicionales de los campos, recopiladas con el tiempo.

Es terapéutica física y ha aprendido sobre el manejo del tema. “Consigo toda la información y las plasmo en mis productos. Trabajo con materia prima nacional, de los mercados y productores nacionales y también trabajo con madres solteras que tienen necesidades. Las materias primas las conseguimos, además, con señoras que están haciendo este mismo tipo de trabajo que hago yo. Son mujeres que trabajan en los campos y hombres también. Estamos haciendo una cadena de producción”, comenta con orgullo. ¿Cómo te llegan los clientes y cómo le llegas tú? Pregunta este diario. Su respuesta es: “Nos comunicamos por redes sociales y nos pueden seguir por la página Almaorgánica.productos (en Instagram y en Facebook), en los puntos y negocios que han dado respuesta positiva y están vendiendo mis productos, o ubicarnos en el 809-305-7331”.

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