Este prestigioso médico francomacorisano nació en octubre del 1912. Realizó sus estudios primarios y secundarios en San Francisco de Macorís, y se graduó de bachiller en la Escuela Normal de Santiago, en el 1936. Tan pronto obtuvo su título fue nombrado Maestro de la escuela de varones Salustiano Morillo, en Tenares. En esos años laboró además como músico en la banda municipal, y hacía otros estudios. En el 1939 ingresó a la Universidad de Santo Domingo, y se recibió de doctor en Medicina en el 1945, al presentar la tesis “El cáncer en República Dominicana”. Desde que inició sus estudios, siempre estuvo practicando en hospitales. Estuvo en el Hospital militar Marión, en el “Padre Billini”, en el Instituto Oncológico y en el Hospital San Vicente de Paúl, en su lar nativo.

En el “Padre Billini” estuvo junto al doctor Moscoso Puello, quien le inculcó el hábito de escribir, y publicó en el Boletín del Hospital, diversos artículos. Tan pronto recibió su diploma, fue nombrado director del Hospital “Ramón Matías Mella” en Dajabón. Luego regresó a San Francisco de Macorís en donde fundó el primer laboratorio clínico privado en esa ciudad, así como la clínica Nuestra Señora de Lourdes. Es en esa clínica en donde realizó en el 1954 las primeras transfusiones en esa ciudad. Fue practicante, médico interno, asistente del director, subdirector y director del Hospital San Vicente de Paúl durante 12 años (1972-1984). Como presidente de la Asociación Médica Duarte en esos años, creó la Revista Médica de la Asociación, publicando numerosos trabajos científicos que merecieron el reconocimiento de su gremio en todo el país. Fundador y presidente del Colegio de Profesionales de la Provincia Duarte desde donde realizó una magnífica labor de acercamiento entre las diferentes ramas profesionales de la provincia. Es uno de los fundadores de la Asociación para el Desarrollo de la Provincia Duarte, en la cual ocupó algunos cargos, entre ellos el de presidente. Fundador, entre otros, del “instituto de Cultura Dominico-Americano” del cual fue su primer presidente. Es creador, junto a otros, del Banco Regional de Sangre de San Francisco de Macorís, de cuyo Patronato fue presidente, según el relato que nos envía su hijo mayor, el ingeniero Emery Ortega.

Profesional exitoso en su clínica privada, se dedicó a todo tipo de obras sociales, desde el Club Rotario, desde la Cruz Roja, desde el cuerpo de bomberos, la vida del doctor Ortega estuvo marcada por el servicio a los demás. Fue miembro fundador de la Universidad Católica Nordestana y Cofundador de la Escuela de Medicina de esa Academia. Desempeñó el cargo de Decano de Ciencias de la Salud por varios años, ascendiendo a Vice-Rector Académico, donde también se desempeñó por varios años.
También ocupó los cargos de Vice-Rector Asistente del Rector y segundo Vice-Presidente de la Fundación Universitaria. Fue profesor de esa universidad desde sus orígenes en las asignaturas de Patología Tropical, Medicina Legal y Hematología y, además, miembro del antiguo Consejo Superior Universitario. Al inicio de las labores de la escuela de medicina de esa universidad, abrió las puertas del hospital para la práctica de los estudiantes e incluso para realizar pasantías de grado. Como presidente del Patronato del Banco de Sangre, conjuntamente con el doctor Héctor Rizek, compraron, un edificio de la calle Colón y lo donaron al Banco Regional de Sangre. Miembro fundador del Centro de Rehabilitación del Noreste, al cual le consiguió los terrenos para la construcción de su local al lado del Hospital San Vicente de Paúl.

El doctor Rafael Ortega falleció en septiembre del 2016, a punto de cumplir 104 an1os de una existencia marcada por su dedicación al bien y a su comunidad. Gran ejemplo para todos los dominicanos.

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