Como nunca, las películas estuvieron en el centro de la conversación cultural, sobre todo con “Black Panther”

Las salas de cine murieron, dijeron. Tras caer las ventas de los boletos en el 2017, en gran parte debido a la peor temporada de verano en 20 años, especialistas por doquier pronosticaron el rápido descenso de la taquilla ante el auge del streaming. Pero este año las películas cambiaron el guion.

Esta semana, mientras Aquaman, Bumblebee y Mary Poppins Returns (El regreso de Mary Poppins) llegan a la pantalla grande, las ventas de boletos alcanzarán un nuevo récord para el año, superando la marca previa de 2016 de 11,400 millones de dólares. Estimulada en parte gracias a acontecimientos culturales como Black Panther, Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) y documentales como Won’t You Be My Neighbor?, la taquilla superó los 11,000 millones de dólares más rápido que nunca. Los ingresos brutos a nivel doméstico subieron casi 9% frente al año pasado, y la venta de boletos cerca de un 6%.

Y el incremento no se vio solo en Estados Unidos. Impulsadas por los cinéfilos chinos, las ventas de entradas a nivel mundial deberían, por segunda ocasión, superar los 40,000 millones de dólares. Arabia Saudita se declaró abierta a hacer negocios con Hollywood tras más de 35 años sin cines. Y en el Reino Unido las salas se encaminaron a su mejor año desde 1971.

“Este año sirve para confirmar que el negocio del cine es fuerte y crecerá en el largo plazo, aunque pueda ser cíclico en el corto plazo”, dijo John Fithian, presidente de la Organización Nacional de Dueños de Cines. “El pasado verano de 2017, cuando simplemente no hubo muchos estrenos de películas que tuvieran tracción, confrontamos la inevitable historia sobre la inminente muerte del negocio del cine. Y lo dijimos entonces: es un problema de suministro a corto plazo”, agregó.

“Sabíamos que una vez que las películas volvieran, estaríamos bien”, dijo Fithian. Incluso en un año en el que Star Wars fracasó, los éxitos sin duda han regresado aun cuando sea de lugares predecibles. Las 10 películas más lucrativas del año fueron secuelas, relanzamientos o cintas basadas en libros de historietas. Hasta la favorita al Oscar, A Star Is Born (Nace una estrella), con la que Warner Bros. facturó 376.6 millones de dólares a nivel mundial, es un remake. Las tres películas más grandes del año _ Black Panther, Avengers: Infinity War e Incredibles 2 (Los increíbles 2) _ son todas del líder de mercado Disney, que también está en proceso de tragarse a 20th Century Fox.

Pero hubo también algunos éxitos inesperados. Películas de mediano presupuesto como Bohemian Rhapsody, Halloween, Creed II (Creed II: Defendiendo el legado) y la cinta original mejor vendida del año, A Quiet Place (Un lugar en silencio), desempeñaron un papel importante en el nuevo récord de la taquilla. Por primera vez en la historia, cuatro documentales _ RBG, Free Solo, Three Identical Strangers y Won’t You Be My Neighbor? _ facturaron cada uno 10 millones de dólares. Los éxitos sorpresivos _ como una cinta derivada de la franquicia de Spider-Man (Venom) y una elogiada película de Transformers (Bumblebee) _ superaron las decepciones (Skyscraper, Robin Hood).

Como nunca, las películas estuvieron en el centro de la conversación cultural, sobre todo con Black Panther, que llegó a ser el tercer mejor estreno doméstico de la historia (700,1 millones de dólares) sin tomar en cuenta la inflación.Ejecutivos de Hollywood dicen que este año demuestra que el 2017 fue una anomalía.

“Cuando los expertos allá afuera hablaban del fin de la asistencia al cine, yo no lo creía”, dijo Jim Orr, jefe de distribución de Universal Pictures, que se apuntó éxitos con Jurassic World: Fallen Kingdom (Jurassic World: el reino caído), The Grinch (El Grinch) y Halloween. “Solo fueron decisiones de programación aunadas a algunas películas que simplemente decepcionaron. La gente quiere salir. Quiere la experiencia social. Quiere estar en el cine. Y eso es algo que demostramos exponencialmente este año”.

El repunte de la taquilla se produjo en un año en el que Netflix lanzó su más ambiciosa selección de películas originales, estrenando unas 70 cintas. Aunque Netflix se ablandó en cierto modo al proyectar tres de sus filmes (“Roma” de Alfonso Cuarón, The Ballad of Buster Scruggs y Bird Box) exclusivamente en cines antes de estrenarlas en su servicio de streaming, Netflix y los exhibidores discreparon en cuanto a los beneficios de la ventana cinematográfica tradicional.

Pero existe una sensación creciente de que Netflix, después de todo, no es el enemigo No. 1 de los cines. En el 2018 Netflix ganó millones de suscriptores, del mismo modo en que los cines se levantaron. La coexistencia es posible. El mes pasado, una encuesta de la OTAN halló que 33% de los cinéfilos que ven más de nueve películas o más al año pasaron 15 horas semanales en plataformas de streaming.

Otras amenzas a los cines se avecinan

Cuando la adquisición de Disney de Fox se haga oficial habrá un gran estudio menos en Hollywood. Y se anticipan más consolidaciones, algo que Fithian dice que “representa un reto” para los exhibidores que dependen del suministro constante de películas. Sin embargo, señaló que otros han llegado a llenar el vacío: STX, Annapurna, A24, Bleecker St., Amazon y Apple, que el mes pasado se asoció con A24 para producir una serie de filmes.

El que la tendencia de la taquilla se mantenga en alza o vuelva a caer en 2019 dependerá, como siempre, de las películas. Los analistas predicen con optimismo otro récord gracias a próximos estrenos de Disney que incluyen “Avengers: Endgame”, “Captain Marvel”, “Frozen 2” y “Star Wars: Episode IX”. “En papel, ese año hará que este luzca como papitas”, dijo Paul Dergarabedian, analista de medios senior para Comscore. Por supuesto, predicciones similares también se hicieron para el 2017. Eso es lo que sucede con los guiones: siempre pueden reescribirse.

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