Trastornos como el estrés postraumático y la ansiedad suelen estar detrás de este tipo de bloqueos   

¿Quién no ha tenido un bloqueo mental?
Ya sea en el trabajo, durante un examen o en la realización de cualquier actividad, el ritmo de vida acelerado y la exposición ante situaciones estresantes, hacen que a muchas personas se les esfumen los pensamientos, y con ello, se les “quede la mente en blanco”, término que se conoce en psicología como bloqueo mental o emocional.

Esto ocurre, cuando se presenta una interrupción de un proceso cerebral imposibilitando a la persona iniciar o terminar alguna actividad o desenvolverse ante una situación, lo cual llega a generar ansiedad, frustración e incluso culpa y vergüenza. Pero para que esto ocurra, existen algunos factores envueltos, por ejemplo, en algunos casos estos bloqueos mentales se dan por experiencias traumáticas, ansiedad, inseguridad, algún tipo de fobia, dice Simó. En otras ocasiones, simplemente se dan porque estás con la autoestima baja y tu cerebro interpreta que no podrás enfrentar cierta situación.

“A quien le pasa esto, puede sentirse perdida, que no está en la capacidad de tomar decisiones y, esto le provoca mayor ansiedad, lo cual muchas veces lo hace sentirse peor”. Además, en ese momento el afectado “no logra coordinar sus ideas, se siente atrapado y perdido”, explica la psicóloga Ana Simó.

Algunas personas pueden llevar su vida con normalidad, pero en un momento dado perciben que algo falla. Unas pueden desarrollar sus tareas en el ámbito laboral sin problemas, sin embargo a la hora de relacionarse o de establecer una relación afectiva podría emerger el bloqueo.

Tipos de bloqueos
Uno de los más frecuentes tipos de bloqueo mental es ese que te impide concentrarte en la actividad que estás realizando. La imposibilidad de prestar atención a consecuencia de los nervios puede jugarte malas pasadas en el trabajo. Aunque este bloqueo mental es especialmente frustrante en los exámenes.

Otro tipo está muy relacionado con la ansiedad social. Ese temor a hablar en público, el miedo a hacer el ridículo, a ser juzgada, criticada o evaluada es el motivo de que de repente tu mente se paralice en una reunión de trabajo y no logres articular palabra. O de que te encuentres en un evento social y seas incapaz de interactuar con los demás.

Igual de preocupante es ese bloque mental, también síntoma de ansiedad, que genera problemas de aprendizaje, con una gran dificultad para retener información nueva y que puede causar muchos problemas, sobre todo en los estudios, pero también en el trabajo.

Síntomas
Existen algunas señales que nos advierten de que podemos estar experimentando un bloqueo emocional como evitar asistir a actividades o eventos por miedo a hacerlo mal o no saber qué decir. El nerviosismo continuo, el temor a ser rechazados, la falta de motivación, el agotamiento físico y mental, entre otros.

Ana Simó F.E.

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