Santiago. Con una misa en plena avenida 27 de Febrero, la Iglesia católica protestó contra la disposición de la Alcaldía de Santiago de incautar los vehículos cuyos propietarios los estacionan en esa vía para dirigirse a la parroquia Divino Niño.
La actividad religiosa fue encabezada por el sacerdote Carlos Santana Reyes, quien junto a decena de feligreses demandaron del Ayuntamiento buscar una solución permitiendo que los domingos en los horarios de las misas se puedan aparcar en paralelo.
“Como una manera de llamar la atención de nuestras autoridades ante la necesidad de permitir el estacionamiento paralelo durante los horarios de misa frente a la parroquia, celebramos la eucaristía de las 12 del mediodía en plena vía, dada la insistencia de la Policía Municipal en advertir a la gente de que si no retiran sus vehículos se verían obligados a llevárselos con la grúa”, dijo el sacerdote.
Rechazo
Los feligreses criticaron la manera agresiva en que los empleados municipales asumen la medida de la Alcaldía. También valoraron que la Policía Nacional y de la Digesett permitieran la celebración de la misa y velaran para evitar incidentes desagradables.
“Espero que, como ya le he hecho saber por otras vías al Alcalde, que en su buen juicio nos permita la posibilidad de que los fieles puedan estacionarse en paralelo sólo los domingos y durante los horarios de misa, frente a la parroquia, ya que son muchas las personas que han dejado de venir al santuario porque se ha corrido la voz de que se están llevando los vehículos frente al Divino Niño”, indicó el religioso.
El padre Santana le pidió a la administración municipal que centre su atención en aquellos lugares de la ciudad donde sí se verifica un verdadero caos vehicular durante los días de la semana, ya que ven que su empeño se centra sólo en esa parroquia.
Dicen medidas afecta a los fieles de la parroquia
Los feligreses que acudieron a la misa en apoyo a la iglesia dicen que la solución que el alcalde pretende, de impedir que definitivamente los vehículos se estacionen a ambos lados, afectaría notoriamente la participación de los fieles en los oficios religiosos de dicho santuario. Se quejan de que otros puntos del a ciudad permiten hasta que dividan las calles y el caos es mayor.