Estaba más que claro que Blas Peralta había matado al ex rector de la UASD Mateo Aquino Febrillet, por lo que su idea no era que le declararan inocente sino culpable de homicidio no premeditado, en vez de asesinato como pedía la fiscalía, pues aquello suponía una pena menor. Fue declarado culpable de asesinato y condenado a pena máxima de 30 años de prisión, pero, como presenciamos, agotó todas las instancias. En esa misma línea están Marlon y Marlin Martínez, procesados por el homicidio de la adolescente embarazada Emely Peguero. Todo está claro. La mataron y no tienen más remedio que aspirar a un veredicto de homicidio simple. Eso es lo que hay que determinar también en este caso y hoy empezamos.

Posted in Buen OficioEtiquetas

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas