Beneficiarios full del gobierno del PLD han salido a acusar a la dirigencia del PRM de buscar desestabilizarlos por lo que les parece un pecado capital: respaldar los justos reclamos populares por una serie de demandas que de ser atendidas contribuirán a mejorar su calidad de vida.

Como esa gente vive aislada en burbujas de confort, ahíta de placeres y desconectada de la realidad que padece el resto de los mortales dominicanos, se sobresaltan sólo cuando se mueve algo que pudiera afectar el país color de rosa en que viven.

El paro de labores que se produjo el lunes en las 14 provincias del Cibao, contra el injusto y abusivo orden de cosas impuesto al pueblo por el gobierno del PLD, ha sido un motivo de inquietud para los tutumpotes morados.

Asumen que como ellos viven en el confort personal y familiar que les asegura el estado patrimonialista morado, así mismo vive el resto del pueblo, y entienden absurdo e injusto que la gente reclame y proteste.

Los tutumpotes morados se dicen para sí y proclaman que el pueblo no tiene derecho a protestar por el estado de inseguridad, los apagones, por no poder dar a comer a sus hijos “las tres calientes” que -vamos para un siglo- preconizó Juan Bó. Razonan los detentadores del poder morado, que por eso se quieren mantener “a caballo”, que como ellos y sus allegados tienen sueldos y beneficios “laborales” de millones y millones de pesos al año, el pueblo trabajador tiene también ingresos que al menos les alcanzan para acercarse el costo de la canasta de bienes y servicios, siendo todo lo contrario.

Que no hay derecho a reclamar por buenos empleos, provisión de agua potable, saneamiento ambiental, la demanda de hospitales que sirvan, la seguridad social cuando se sobrepasa una vida de trabajo, la educación de calidad para los hijos.

Que los hijos de machepa no pueden disfrutar hasta del ocio, y sobre todo al derecho a vivir en un país en el que la corrupción administrativa y la impunidad no le roben el dinero necesario para disfrutar también calidad de vida, como “las tres calientes” que reclamó Juan Bó, hace mucho más de medio siglo, que son hoy parte de sus derechos sociales.

Que no tiene derecho el movimiento social y popular a protestar ante tantos abusos e injusticias, y menos los partidos de oposición a respaldarlos y acompañarlos.

Pues miren que sí. Hace tiempo que la Comisión Política y la Dirección Ejecutiva del PRM decidieron respaldar y acompañar al pueblo en todos esos justos reclamos, siempre que se hagan de manera ordenada y pacífica, sin dañar los bienes privados y públicos, y mucho menos la integridad física de la gente.

Que si los tutumpotes morados tienen torcidos para vivir como reyes a costilla del pueblo, el pueblo tiene derechos a protestar, y el PRM a respaldarlo.

No se rasguen las vestiduras, los morados, que esos reclamos son también parte de la democracia.

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