El extinto periodista Radhamés Gómez Pepín, fue, en su larga y fructífera trayectoria periodistica, un comunicador social aguerrido, que supo llevar su profesión –la de periodista- con gallardía, al tiempo que radiografió –en Pulsaciones (su columna)- nuestra sociedad con agudeza y tino certero. Dos fotografías-estampas, entre otras, dejó a la memoria colectiva: 1) “Los dueños del país” -para significar una suerte de “asociación” dizque “sindical” que apela al desorden para defender sus “sagrados” intereses: subsidios-gubernamentales y privilegios de rutas, que mejor encarnan-dirigen dos franjas de un mismo trust (oligopolio-empresas): uno –estratégico- de ramificación nacional y múltiples tentáculos –camioneros-cargueros- (mas-estatua-crimen-Febrillét), y el otro, de dos o tres cabezas seudos “sindicalistas” –chatarras:“carros-guaguas”- cuyo protagonismo, más visible-mediático, lo asume un politiquero, empresario y revoltoso consuetudinario; y 2), aquel Editorial -“Como borregos” de antología- sobre la procedencia de los Paraguas-amarillos para exigir el 4% -para Educación- que, el Presidente Danilo Medina, honra, cada año-presupuestal, al pie de la letra.

Sin embargo, y a pesar del magistral mote-fotografía –“los dueños del país”-, cada vez más el revoltoso, en su delirio-desvarío de “revolucionario” (¡que nadie le cree!), usa la figura -símbolo-mundial- de El Che, con la abismal-diferencia -ética-revolucionaria- de que el guerrillero argentino pudo estar equivocado pero jamás abrazó ninguna causa desde la ventaja del poder, el chantaje ni la simulación de “redentor” social, mientras -como hace la otra franja-“sindical”, pero, sin esa pretensión-fijación (de “revolucionario”-agitador), fomenta el caos-desorden -huelgas-políticas- y amasa-acumula riquezas. Y no conteste, ahora, dizque aspirante-presidencial de un retazo-vagón… (“izquierda-burra”). ¡Válgame Dios!

De esa grosera doble-caricatura: la de El Che -deformado- y la de los-jefes camineros-cargueros-, la sociedad dominicana no gana nada (contrario, lesiona: percepción-turismo-País).

De modo, que ese activismo-vandalismo-“sindical” y sus actores-protagónicos, irán despareciendo, o al menos, su praxis-mentalidad, en la misma medida que el país siga avanzando; y la ciudadanía, el crecimiento-expansión de la economía (agro-industria-exportación-puertos-red-ferroviaria) y la regulación-planificación del transporte nacional e interurbano, en sus múltiples modalidades, demande medios de transporte -metros, teleféricos, autobuses, trenes de cargas y pasajeros, taxis, etcéteras- seguros, económicos, y más a tono con el medio ambiente y la inversión privada-estatal bajo estrictos requerimientos de ley. Por supuesto, para ello, el Estado, tendrá que reafirmar, sin contemplaciones, su rol de control-autoridad.
Es hora pues, de organizar, planificar y regular, en consenso, el transporte público y privado; pero, con criterio de eficiencia y seguridad ciudadana, y preservando el referente histórico del sindicalismo nacional que encarnaron, con dignidad y decoro, figuras de la talla de Mauricio Báez, Freddy Valdez, Justino del Orbe, Julio de Peña Valdez, Barbarín Mojica, entre otros.

Posted in Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas