El niño es como una esponja, la cual se llena con lo que encuentra en el ambiente donde la sumerge, ya sea agua limpia, sucia o jugo. Desde el vientre intrauterino, tanto física como emocionalmente, se forma con aquello que su madre le suministra. Si la alimentación es adecuada, con las vitaminas necesarias para la maternidad, físicamente así crecerá.

Emocionalmente, es también desde dentro que empieza a desarrollarse. Un embarazo llevado dentro de una relación familiar conflictiva, donde la mujer reciba cualquier tipo de maltrato emocional de parte de su pareja, irá mermando la evolución psicológica de la criatura. Por tanto, es desde el momento mismo de la concepción donde asumimos el compromiso y la responsabilidad de cuidar y llevar un proceso en el cual, principalmente, las emociones de la madre sean cuidadas, y hasta la forma en la que es tratada la salida del bebé influye en lo que será mañana. Una mujer insultada y maltratada verbalmente y, en ocasiones, hasta de forma física, traerá consecuencias, irreversibles a veces para la vida de este.

Hoy, las familias atraviesan momentos de grandes crisis, sobre todo, la permanente información de fuera, que no se puede evitar invadan nuestros hogares, desde el más grande hasta el más pequeño tiene acceso a ellas por diferentes vías, las cuales traen todo tipo de mensajes, especialmente para los niños, pudiendo ser muy buenos o muy nocivos.

Semanas atrás tomé un sábado en la tarde para observar caricaturas para niños, las cuales, en ocasiones, tenían como contenido escenas aparentemente infantiles, pero cargadas de conductas que traen confusión a aun público tan vulnerable. Héroes cuya trayectoria consistía en destruir, matar, y mientras más destruyen mundos o vidas, más aumentaba su papel como tal. En otras cosas, como la definición del sexo y el rol de cada uno, también para confundir, en un momento histórico donde todo es relativo, lo bueno es malo, lo malo es bueno y, lo que en conducta humana era patológico o aberrante, es considerado preferencia, predilección, se lleva a los congresos para derogar leyes que no impidan a lo que hoy se le llama “derecho” y sencillamente “elección”.

Les quiero dejar esta cita del libro de los libros, que aun los que niegan la existencia de Dios tienen que revisar para estos tiempos: “Mas ¡ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días!” (Mateo 24:19, RVR).

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