Muchos escritores, especialmente jóvenes, se sienten frustrados porque los compradores de libros han disminuidos, son muy limitadas las publicaciones. Ahora no se pueden publicar libros de cientos de páginas, ni imprimir miles de libros.

Los escritores estamos como los músicos de hace 10 años, cuando apareció Youtube, como los dueños de una sala de cine hace 15, como los editores de periódicos en papel, que han tenido que instalar la versión digital, como los taxistas tradicionales, cuando apareció Uber, la plataforma digital, los fotógrafos tienen competencias porque todo el que tiene un teléfono inteligente tiene una cámara.

Lo zapateros, las modistas, los sastres, se han reducido; hoy un Mall o tienda comercial tiene todo lo que ellos hacían, en forma estándar y barata. ¡El mundo ha cambiado!

La mayoría de las librerías han tenido que cerrar sus puertas.
¡Qué está pasando!…Llegaron las redes sociales, internet… Y quienes no se adecuen, los que permanezcan en lo análogo, pagarán las consecuencias, quedarán rezagados.

Una de las cosas que nos ha traído Internet es la posibilidad de acceder a las recomendaciones de los usuarios. No es una máquina que va sola, es un código que aprende de lo que prefieren los usuarios. Y tiene todo el sentido del mundo moderno…

Ahora tenemos las influencias de los youtubers, los twiteros, los facebookteros, los blogueros, que llegan a muchos usuarios anónimos, a cualquier parte del mundo, todas las horas y los días.
¡No debemos dejarnos influir por lo que diga un crítico o un analista! Es una realidad que debemos analizar.

Los mecanismos digitales llegan a los usuarios desde la comodidad de su casa, a su oficina mientras trabaja, a las aulas escolares o universitarias. Es lo que hay ahora, cada vez tiene más datos y eso la hace más fuerte y cómodo.

Sin embargo, el libro físico o en papel no morirá. Cambiará el formato y la forma de consumirlo, pero los libros digitales disfrutan de la facilidad de compra y la rapidez de entrega, y los precios bajos.

Las personas de hoy por lo general no leen, no se enseña a leer desde la primaria, no tienen interés en la lectura, en gran medida porque en sus casas los niños no tienen oportunidad de leer, los padres no tienen tiempo para sus hijos; y en las escuelas los profesores, en su mayoría, ni siquiera saben enseñar, no conocen la literatura, no trasmiten el deseo y necesidad de la lectura.

El internet y los libros digitales están haciendo que la lectura se posicione, cambiando a las sociedades. ¡Hay que aprovecharlos, son herramientas rápidas y baratas!

Las librerías tendrán que reinventarse, deben dar un trato más cercano a los usuarios, dar más informaciones directas. Pueden dar un servicio digital paralelo, ubicar los títulos y contenidos. Puede ofrecer servicios relacionados y alrededor de la lectura. ¡Pero el libro físico no desaparecerá!

Habrá menos librerías, como les ha pasado a las agencias de viajes, tiendas de música, las oficinas de correos, pero siempre habrá personas que querrán comprar en una librería física; si le agregan la venta de libros digitales será mejor y de actualidad. Las librerías del futuro serán pequeñas, porque los libros digitales no ocupan mucho lugar.

Cada vez son menos las librerías que pueden mantenerse en pie, ya sea porque la gente cada vez lee menos, debido a que no lo cree necesario o fundamental para su vida rápida diaria.

Las librerías están cerrando, no es por la competencia, ni por la crisis económica, sino, entre otras cosas, del poco compromiso que tienen los gobiernos de proteger a los lectores y editores, quienes deben cooperar con la industria de los libros, dando incentivos, y rebajas en los impuestos.

Cada Ministerio del Estado, las empresas, la sociedad civil, las ONGs, las cooperativas, los sindicatos y el mismo gobierno, deben tener en su presupuesto una partida para publicar y comprar libros físicos o digitales. Debemos fomentar la cultura de la compra de libros.

El libro digital es una oportunidad única de acercar la lectura al pueblo, a los jóvenes lectores. Hoy casi todo el mundo tiene un smartphone, una laptop, una computadora, una tableta, un teléfono inteligente, memorias.

También existen los lectores de libros electrónicos conocidos en inglés como e-reader, es un dispositivo electrónico que reproduce los contenidos de libros electrónicos, con una calidad de lectura como en papel, gracias a la tecnología de tinta electrónica.

Los libros son buenos o malos por sus contenidos. Libros físicos o digitales, son las envolturas, lo importante es el contenido.

Una de las ventajas de los libros digitales, es que ocupan poco espacio físico. Se pueden almacenar una gran cantidad de libros en poco espacio.

Los libros digitales son portátiles, podemos llevarlos en nuestro teléfono inteligente, ordenador, tableta o memoria, y ya tenemos acceso a ellos.

Los libros digitales son más baratos que los libros de papel. Al disminuir los costos de impresión, y almacenamiento. No tenemos que hacer tiradas de cientos o miles de ejemplares, los precios son menores que los libros físicos y se pueden enviar por correo electrónico en fracción de minutos.

Las librerías deben adoptarse a los tiempos modernos, deben tener las herramientas necesarias para presentar los libros digitales; proyectores, vídeos de los libros, brochurs, imágenes, sonidos y multimedios.

Elevar la cultura de la lectura no puede sostenerse sin los pilares que ofrece la escritura, el lenguaje que se expresa en la literatura.

El subestimar el poder de los libros nos da una imagen clara del empobrecimiento continuo que se está dando a la escritura y a la lectura, a todos los niveles y en todas partes.

Es necesario, ayudar a las personas comprometidas con la cultura, los promotores de lectura, pequeños editores, libreros y escritores, que aunque puedan parecer muchos, siempre serán pocos.

No bastan las ferias de libro, las reuniones en cafés, las tertulias universitarias, los encuentros literarios, los talleres, ni las presentaciones de libros, si no hay voluntad, por parte de los gobiernos, para que esta sociedad mejore ¡Para que no terminemos hundiéndonos en la ignorancia!

Los que leemos y escribimos debemos seguir alzando la voz para que ésta no se muera junto con nosotros.

Razones por las que la lectura es importante para todos nosotros:

Aumenta nuestra curiosidad y conocimiento, nos mantiene informados, despierta nuestra imaginación, alimenta la inspiración y hace que surjan ideas, nos permite conectar y ponernos en la piel de otras personas y personajes, ejercita a nuestro cerebro, despierta vías neuronales, activa la memoria…

Nos hace recordar, conocer y aprender, libera nuestras emociones, alegría, tristeza, cólera, miedo, sorpresa, amor…nos mantiene ocupados, entretenidos y distraídos, permite conocer, descubrir, explorar mejor nuestro mundo, nos permite conocernos mejor a nosotros mismos, hace que podamos compartir y recomendar nuestras lecturas.

Ayuda a la comprensión de textos, mejora la gramática, el vocabulario y la escritura, facilita la comunicación, hace que podamos sentirnos activos, concentrarnos, permite la relajación, el descanso e incluso es capaz de reducir el estrés, hace que podamos investigar sobre los temas que más nos interesan, nos permite crecer como personas y conocer mejor a Dios.

La podredumbre social que estamos viviendo viene comandada por el profundo desprecio que se le ha dado, históricamente, al mundo de la cultura.

No sigamos pensando que la pérdida de valores y los pensamientos torcidos, son propios del avance tecnológico, de los tiempos modernos, sino que es fruto de la ausencia total de cultura que tienen varios sectores de nuestra sociedad.

Tengo la experiencia de publicar 32 libros físicos y 22 digitales, por lo tanto sé bien de lo que escribo.

Los libros físicos y digitales no son competencias, sino complementos, que juntos pueden llegar a una mayor población, y mejorar nuestra cultura.

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