Todo emprendedor exitoso hace una contribución al estímulo de quienes luchan por abrirse camino en esas lides cuando comparte sus experiencias, muchas veces marcadas por escenas angustiantes, que culminan con la alegría de la realización exitosa. Es al parecer lo que se propuso el economista José Santos Taveras con la publicación de su libro La Ruta del Coraje, en el que describe las diversas etapas de la purificadora de agua Planeta Azul, subtitulado “Creación, Fortalecimiento y Sostenibilidad de una empresa industrial dominicana (1988-2017)”.
Una de las características de las obras de emprendedurismo es que siempre reconocen la participación de familiares, amigos, compañeros de estudios y trabajo, junto a uno que otro mecenas que cree en el proyecto desde su etapa inicial y decide correr el riesgo de asociarse para disfrutar de la cosecha que de manera optimista vislumbra en el horizonte. Esta vez el autor utilizó el arte plástico para reflejar el esfuerzo de la creación empresarial, tomando un cuadro del pintor dominicano Juan Mayí, que además de portada sirve de título al manual.
La pintura muestra una frágil embarcación sobre un mar infestado de tiburones que logra llegar a su destino. “…la obra de Mayí nos sirve de base para crear un paralelismo entre el espíritu de la misma y el proyecto de purificación de agua que desarrollamos, donde el bote es la barca-empresa”, donde “los veintinueve años transcurridos desde su concepción constituyen el trayecto, y los tiburones simbolizan todos los obstáculos y peligros que hemos tenido que superar”.
Para el prologuista Arturo Martínez Moya, economista, el texto representa “un valioso aporte al acervo cultural-empresarial del país”. De su lado, el comunicador Ricardo Nieves lo describe en la contraportada como “una historiografía personal que sirve de ejemplo para cualquier biografía universal”. Wendy Santos Berroa, a su vez, lo llama “documento histórico fiable, contundente y trascendental, que nos hace recordar a Gabriel García Márquez, para quien “la muerte no llega con la vejez sino con el olvido”.
