Sobre la gastronomía de Guadalupe podría decirse que su sencillez es uno de los elementos claves de su excelencia, junto a los productos naturales que usa como ingredientes.

La influencia del mundo agrícola, la caza y la cocina conventual (un estilo culinario típico de los conventos en el que tradicionalmente se fundieron los ingredientes prehispánicos con los traídos del nuevo mundo), dan forma a los platos, en los que destacan los sabores tradicionales e intensos, como las carnes guisadas, el típico bacalao y las variedades de hongos que predominan en las distintas zonas.

Esta cocina está representada por platillos tradicionales como la birria, elaborado con carne de chivo. Además, hay otros platos que merecen una mención importante, como son las famosas morcillas de calabaza y el cochifrito, elaborado con cerdo o piezas de aves, así como sus embutidos ibéricos.

Una diversidad de pescados y mariscos frescos se observa en casi todos los platillos que se consumen: langostas, cangrejos de agua salada y de río, ya que esta isla tiene las dos opciones.

En lo referente a los dulces, cabe destacar, las roscas de Muédago, almendrados, las perruñillas, buñuelos, pestiños, mantecados y las tortas de queso.

En toda la zona se elaboran jugos de frutas tropicales cuya mezcla puede ser con coco y lechosa, fresa con coco, guineo con fresa y coco, entre otras. La bebida típica es el Ti punch, una mezcla de ron, zumo de lima y un concentrado de caña de azúcar. Su origen se ha asociado a las legendarias historias de piratas y de esclavos.

Posted in CulturaEtiquetas

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas