La entrevista del presidente Medina con Jatna Tavárez ha puesto sobre relieve el criterio de que una parte de nuestros políticos, del litoral progresista, necesitan ser azotados con ramas de albahaca, gardenia, apazote, ruda y agua bendita para despojarlos del espíritu pesimista, derrotista y autodestructivo que los ha poseído.

Mientras el Presidente gimiquiaba en la entrevista con Jatna porque no pudo imponer esa ventajista modalidad de elección, aquí hay opositores señalando –escrito está– que la Ley de Partidos “incluyó las Primarias Abiertas”, y “abrió paso a la reelección ”, afirmaciones que no responden a los datos de la realidad.

Solía decir mi amigo Miguel Cocco que la política hay que concebirla como una lucha de aproximación sucesiva hacia los objetivos, e insiste mi compañero Radhamés García que el gran triunfo del pueblo contra el agotado modelo de gobierno del PLD avanza como resultado de muchas pequeñas victorias simultáneas y sucesivas.

Así han concebido el PRM, el PRSC y la sociedad la Ley de Partidos, como un buen inicio para seguir profundizando en las reformas de un sistema que reglamente la vida de los partidos y el régimen electoral, como base del fortalecimiento de la institucionalidad democrática, de la que se ha burlado el PLD.

Danilo exhaló las quejas del derrotado, pero el espíritu autodestructivo se cuece en su propia salsa afirmando que el perdido fue el gran ganador, volviendo sobre el penoso oficio de convertir los avances en retrasos y las victorias en derrotas.

Que la Ley de Partidos facilita una imposible repostulación de Danilo es una alucinación, hija de ese espíritu derrotista y autodestructivo. El 20 de enero de 2017, un mes después de destaparse la descomunal estafa de Odebrecht, y dos días antes de celebrarse la primera gran #MarchaVerde, escribí en este periódico, https://www.elcaribe.com.do/2017/01/20/sin-categoria/esta-fractura-es-diferente/, que el primer daño colateral de ese escándalo cerró cualquier posibilidad de una repostulación de Medina.

A la posibilidad de una repostulación de Danilo, sea cual sea el bajadero que quieran buscarle, ya el empresariado, las iglesias, la sociedad y el PRM empiezan a tejerle el mismo cerco de opinión que dejó a Danilo dando pancadas de ahogado, como lo hizo con Jatna.

Mientras esos opositores se lamentan ante lo que pregonan como apertura a una repostulación presidencial imposible, y hasta se permiten la calumnia de hablar de pactos Danilo-PRM, lo que toma cuerpo en la población, lo dicen las encuestas y lo proclamó #MarchaDelMillón, es que el pueblo se hartó de la corrupción, impunidad, y mentiras del gobierno del PLD.

No importa quien ostente la candidatura presidencial morada, el país quiere un cambio, y no hay forma de que alguien que lleve 20 años siendo parte del descalabro institucional y las deficiencias de servicios públicos que son derechos sociales, tiene calidad para responder a esa aspiración de cambio.

Al aire autodestructivo de ciertos opositores hay que hacerle un enérgico despojo, un exorcismo que le sacuda los espíritus e influencias malignas, y los ponga en la onda que va, que es la movilización popular, unificación de fuerzas y propósitos para desplazar del poder al PLD, e instaurar a partir de 2020 un gobierno que inicie los cambios y reformas que el país necesita. Porque #ElCambioVa.

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