En el mundo hay personas que con su capacidad y excelente ejemplo dan lecciones extraordinarias a las presentes y pasadas generaciones por el comportamiento ciudadano y no creo equivocarme si eso no fue lo que hizo en su tránsito por este mundo el insuperable académico Dr. Raymundo Nicolás Amaro Guzmán, considerado como un excelente conocedor y maestro del Derecho Administrativo, dejando una limpia trayectoria en sus conocimientos y comportamiento ciudadano.

Nacido en la ciudad de Santiago de los Caballeros, contrajo matrimonio con la distinguida dama Eugenia Gerónimo de Amaro, con quien procreó siete (7) hijos, que hoy viven de su buen ejemplo y cariño.

Egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santo Domingo, donde además se doctoró en 1958. Cursó una Maestría en Administración Pública, siendo uno de los primeros dominicanos en interesarse en estudiar fuera de su país esta especialidad, la cual hizo en la hermana isla de Puerto Rico en 1964.

Hombre de una diversidad admirable: académico, ensayista, conferenciante, compilador, antólogo, editor, gestor cultural, administrativista. Y en todas estas facetas supo descollar, demostrando su hondura de pensamiento, su visión humanística no solo en las Ciencias Jurídicas, sino también en las Ciencias Sociales y en el mundo de la cultura.

En el 2009 fue investido con el título de Profesor Honorario de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Primada Universidad de América.

El Dr. Amaro Guzmán fue un ser humano singular, que no amasó una fortuna económica portentosa, pero sí acumuló méritos sobre la base de las condiciones personales, cívicas y profesionales.

Contó con un mayor número de obras sobre [Derecho Público], el más [prolífico] y el que, con mayor acierto incursionó en esa disciplina, dejando un legado bibliográfico en el que destaca la importancia de la materia y el fortalecimiento de sus instituciones, así como el afianzamiento de un Estado de Derecho puntual, esencial de una democracia firme, verdadera y funcional. Por lo expuesto y otras virtudes importantes del Dr. Amaro es que afirmamos que al escribirse la historia de la cultura dominicana en el siglo XX habrá que detenerse en el nombre de Raymundo Amaro Guzmán, pues él es un digno representante de ese período que consideramos el Siglo de Oro de la cultura dominicana, y con su fallecimiento el país pierde a un ciudadano ejemplar y la Academia de Ciencias a uno de sus reputados académicos y científicos.

La Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) auspició la publicación de su libro “Administración de Personal cómo organizar los Recursos Humanos de la empresa pública y privada”.

¡Paz a sus restos!

Y el recuerdo imperecedero a este gran dominicano.

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