En República Dominicana, el maní fue pasando de ser un producto con el que la gente se encontraba en muchas fincas y en distintas regiones, a uno que la gente ha terminado extrañando.

Las razones o los porqués de su desaparición parecen ser varias, pero una de las más referidas es que el maní se fue quedando sin mercado interno, desde el momento mismo que “La Manicera” y otras empresas comenzaron a dejar de comprar todo el que se generaba en suelo dominicano.

“Al tener esa gran demanda, entonces había una producción fuerte que respondía a esa demanda”, rememora Juan M. Chávez, director del Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Coniaf), cuando elCaribe le aborda sobre el tema.
¿Y por qué no se produce para exportación, si el mercado interno se cerró o quedó corto?, pregunta este diario. “Es que sencillamente no podríamos competir frente a países que tienen cantidades inmensas de ese producto. Tú te encuentras, por ejemplo, en algunos lugares de Estados Unidos una finca de 5,000 hectáreas, de 2,000 hectáreas. Entonces, ellos pueden producir maní y el maní le sale a centavos. Pero nosotros tenemos pedacitos y entonces la producción no nos sale con productividad. Puede haber una buena producción, pero los costos de insumos son muy altos”, indica.

Y no pasa solo con el maní, hay muchos otros productos y áreas con los cuales al país le resulta difícil competir con otras naciones que también los tienen. Pero debo decir que hay rubros que el sistema norteamericano, el país, no produce en esas grandes cantidades y no sabe ni siquiera consumirlo, como es el caso del guineo. Estados Unidos ha empleado veinte años para comenzar a aprender a consumirlo. Cuando yo llegué a Estados Unidos, en 1990, el guineo era sacado y botado de los supermercados cuando se maduraban, porque pensaban que estaba podrido. Hay productos así, como el mango, con los cuales nosotros podemos entrar al mercado norteamericano. Pero con productos como el maní, que ellos producen, es muy difícil que podamos competir con ellos”, dice el director del Coniaf.

Desde su punto de vista, si se exploran otros mercados quizás podría haber una buena oportunidad para el país, porque el tiempo es bueno para abrirse paso. En ese caso, habría que validar un poco y trabajar las variedades.

El maní es una leguminosa, por tanto si se trabaja bien puede fijar su propio nitrógeno. Eso quiere decir que se fertiliza. Y el producto que queda, o sea, el forraje, se puede aprovechar para alimentar ganado ovino y caprino. Es un alimento de primera categoría.

Tanto Chávez, como otros entendidos en la materia, plantean que el maní es muy exigente y no puede sembrarse en cualquier sitio o área. Es un producto que debe sembrarse especialmente en suelos sueltos, que sean por lo menos franco-arenosos. En el caso dominicano, que con el problema de sequía que con cierta frecuencia está presente en diversos puntos, suelos que antes eran aptos para el cultivo han ido saliendo de ese rango. De acuerdo con los datos obtenidos, todo indica que el maní que se produce actualmente en el país se usa para responder a una pequeña demanda que hay para mezcla en casabe, así como para mantequilla de mambá y maní vendido al detalle en la calle y algunos puntos.

Del lado del Gobierno se ha abierto la ventana para apoyar el cultivo. El presidente Danilo Medina ha visitado diversos pequeños proyectos (en las denominadas Visitas Sorpresa), algunos de ellos, por ejemplo, en Dajabón y desde el Banco Agrícola se han concedido financiamientos. El Instituto Agrario Dominicano ha dejado claro que tiene interés en el tema y hay inversionistas interesados en las siembras.

Entre el 16 de agosto del año 2012 y el 16 de agosto de 2018 el Banco Agrícola concedió préstamos para fomento de maní por un monto de RD$70,912,180 para unas 19,289 tareas. Mientras, para comercialización se prestaron unos RD$63,013,007. De manera global el monto sumó RD$133,925,187, de acuerdo con estadísticas ofrecidas a elCaribe por el administrador general de la institución, Carlos Segura Foster.

A mediados de 2016 en la provincia San Juan había unas 7,000 tareas sembradas de maní, de acuerdo con datos ofrecidos para entonces por la Asociación de Productores del Valle. El nombre científico del maní es Arachis hypogaea, pertenece al reino vegetal y es de la familia Leguminoseae. Se ha planteado que es oriundo del nuevo mundo, probablemente de Brasil o de Perú donde se encuentran muestras de esta oleaginosa en tumbas prehistóricas.

Los de Pedro Corto y los de Bánica, en Elías Piña

En septiembre de 2017, el presidente Danilo Medina visitó a los productores de Bánica y Pedro Corto, en la provincia Elías Piña a quienes ese día prometió (y luego se hizo) otorgar un financiamiento de 20 millones 800 mil pesos para la producción de maíz, maní, yuca y vegetales. Esa inversión, según dijo el mandatario, sería también para la construcción de algunas obras como carreteras y caminos vecinales que permitirán un mejor desenvolvimiento de las labores agrícolas en esas comunidades del oeste del país. En su visita sorpresa 182, Danilo Medina dirigió su apoyo a cinco organizaciones. Esas asociaciones serán beneficiadas con el Proyecto de Reactivación Productiva del AC-05 Sabana Cruz.

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