En Taipei, Taiwán, se abrió en 1998 el “Cat Flower Garden”, primer “cat café” del mundo y desde entonces se ha popularizado y extendido la idea de tomarse un café rodeado de felinos. Se han abierto ya en otras ciudades del mundo distintos establecimientos de ese mismo concepto, entre ellas San Petersburgo, Madrid, Nueva York, Turín, Valencia, Bogotá, Melbourne y Cracovia, para deleite de los amantes de los gatos. Se me ocurre así que no estaría mal la idea de poner un “cat café” en nuestro país, yo sería asidua pues me encantan los gatitos. También están vigentes restaurantes donde los visitantes asisten con sus perros y comen junto a ellos. A ver si alguien se anima aquí y populariza una u otra modalidad.

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