No hay duda: el piano es el rey absoluto de los instrumentos musicales. Muchos compositores lo han elegido celosamente para transmitir su arte, especialmente por sus dotes para combinar, de la mejor forma, melodías y armonías.

Así lo hizo el ruso Pyotr Ilyich Tchaikovsky en unas de sus obras más famosas, el transcendental concierto para piano No. 1, considerado por muchos como la máxima expresión del concierto romántico, sobre todo por la originalidad de su lenguaje. Esta monumental composición fue ejecutada durante la noche inaugural de la Temporada de Conciertos 2018 que organiza la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), dedicada a la memoria de Pavle Vujic, quien entregó 32 años de su vida a la misma.

El pianista ucraniano, ganador de la prestigiosa competencia internacional Van Cliburn 2013, Vadym Kholodenko, fue el invitado para tal ocasión, quien asombró nueva vez al público dominicano con su virtuosismo ante el piano. Con ésta, ya son tres las veces que se ha presentado en el país, lo que le ha permitido lograr una química especial y convertirse en un músico muy querido por los dominicanos, no sólo por su gran personalidad, que enamora a cualquiera, sino también por su excelencia profesional. A sus 31 años, Vadym ha logrado posicionarse como uno de los rostros principales de la nueva generación de pianistas y consolidar su carrera en un mundo donde no resulta tan fácil.

A su salida y tras los aplausos del público, Kholodenko inició su interpretación bajo la conducción de José Antonio Molina, director titular de la OSN.

Con un tiempo ideal, aunque entre movimientos el cambio era casi imperceptible, una de las más reconocibles melodías de todo el repertorio clásico inundó cada rincón de la sala, lo que permitió apreciar su contundente belleza.

Dado el indiscutible carácter sinfónico y la intensidad dramática de esta obra, se estableció una especial relación entre el instrumento solista y la orquesta; chocando frontalmente como si se tratase de una pelea por llevar las riendas del discurso musical, pero finalmente triunfa el piano. Triunfó Kholodenko, quien demostró una vez más las razones que le han hecho merecedor de los múltiples premios de las competencias en las que ha participado alrededor del mundo.

Durante su ejecución y acorde a la partitura, Vadym jugó de modo insuperable y con bastante libertad en las teclas. Logró contraponer secciones lentas y rápidas en un concierto caracterizado por su teatralidad, que encuentra en su segundo movimiento una dulce tranquilidad, quasi nostálgica, para culminar con la compleja y espectacular tercera parte, cerrando así un ciclo de poco más de treinta minutos, intenso, plagado de detalles e inmensamente entretenido, y que sólo unas manos como las de Kholodenko pueden cumplir fielmente este cometido.

En su décima edición, la Temporada Sinfónica inició el pasado miércoles 8 de agosto, en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito, y se extiende hasta el próximo 31 de octubre. Esta se realiza con el apoyo de Fundación Sinfonía y Claro.

La Orquesta Sinfónica Nacional bajo la dirección de José Antonio Molina.

Cinco noches junto a solistas internacionales

5 de septiembre. Invitado: Omar Velásquez, violinista. Obra: Concierto en Re mayor para violín, de Ludwing van Beethoven.
19 de septiembre. Invitado: José Sibaja, trompetista. Obra: Concierto en Mi bemol mayor para trompeta, de Joseph Haydn.
3 de octubre. Invitado: Milena Zivkovic, chelista, y Velibor Veljkovic, contrabajista. Obra: Fantasía sobre temas de Rossini para cello, contrabajo, de Giovanni Bottesini.
17 de octubre. Invitado: Dejan Kulenovic, oboísta. Obra: Concierto para oboe y pequeña orquesta de Richard Strauss.
31 de octubre. Cantata escénica “Carmina Burana”, de Carl Off, con la participación del Coro Nacional, la soprano Paola González, el tenor Luis Carlo Luque y el barítono, a ser anunciado.

Posted in A & EEtiquetas

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas