El autoritarismo y la mentalidad caudillista que anulan la institucionalidad y el estado de derecho aun penden fuertemente sobre la democracia dominicana. Y los resultados del Estudio de Educación Cívica y Ciudadana, realizado en cinco países del área incluyendo el nuestro, entre estudiantes de 14 años y octavo grado, justifican escepticismo y desesperanza sobre si alguna vez llegaremos a superar esa nefasta herencia. Fueron los de peor desempeño en conocimiento y comprensión sobre institucionalidad, democracia, ciudadanía. Los estudiantes dominicanos justifican, toleran y apoyan corrupción, clientelismo y dictaduras por encima del promedio latinoamericano. Claro que eso está de conformidad con nuestro atraso socio-educativo. Nadie puede saber lo que no se le enseña, menos si no hay voluntad de desmontar los negativos modelos predominantes.