A pesar de contar con alternativas apropiadas en español, en los medios de comunicación es frecuente el empleo de la forma inglesa: «En un email a la delegación de Estados Unidos, Kuwait dijo: “No podemos estar de acuerdo con el texto que presentó su delegación”», «Una publicista de Farruko tampoco contestó un email en busca de información», «Diez errores que nunca debes cometer al enviar un email» o «Abogados de Weinstein usaron un email de Messick para defenderlo el mes pasado».

Para designar tanto este sistema de comunicación como los mensajes, lo recomendable es emplear la forma correo electrónico, y evitar el uso del término inglés e-mail (cuya escritura se ha hecho más frecuente sin guión: email).
Cuando el contexto es claro, bastaría con decir correo: «Te mandaré un correo».

De modo que en los ejemplos citados habría sido preferible decir «En un correo electrónico a la delegación de Estados Unidos, Kuwait dijo: “No podemos estar de acuerdo con el texto que presentó su delegación”», «Una publicista de Farruko tampoco contestó un correo en busca de información», «Diez errores que nunca debes cometer al enviar un correo electrónico» y «Abogados de Weinstein usaron un correo electrónico de Messick para defenderlo el mes pasado». Cabe apuntar que en las tarjetas de visita o personales puede ponerse la dirección de correo electrónico sin más, junto con los números de teléfono y de fax, es decir, sin ninguna palabra o abreviatura que la preceda, pues, al llevar siempre el símbolo de la arroba (@) en su interior (y no al principio, que indicaría una cuenta de Twitter o de otras redes sociales), resulta innecesario indicar que se trata de una dirección de correo electrónico.

De preferir el extranjerismo, conviene tener en cuenta que este debe escribirse con cursiva (o, si no es posible, entre comillas).

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