El gobierno federal dijo que los nuevos gravámenes son una respuesta a la decisión de China de tomar represalias contra la primera ronda de aranceles de Estados Unidos.
El presidente Trump ha amenazado con gravar hasta 550.000 millones de dólares en productos chinos, una cantidad que excede el total de productos chinos exportados a Estados Unidos el año pasado.
Washington acusa a China de hacer uso de prácticas abusivas con el fin de superar el dominio tecnológico de Estados Unidos. Dichas prácticas incluyen robo cibernético, así como solicitar a las compañías estadounidenses entregar tecnología como condición para tener acceso al mercado chino.
La primera lista de aranceles estadounidenses se enfocó en los productos industriales chinos para tratar de limitar el impacto en los consumidores del país. Al ampliar dicha lista, el gobierno comienza a afectar productos que las familias compran, incluidas cosas como lámparas y barritas de pescado.
“Los aranceles a 200.000 millones de dólares en productos chinos equivalen a otro impuesto multimillonario a empresas y familias estadounidenses”, dijo Scott Lincicome, abogado comercial y principal analista del grupo de Republicans Fighting Tariffs (Republicanos combatiendo los aranceles). “Dada la probabilidad de una represalia china, también equivalen a miles de millones en nuevos aranceles para los exportadores estadounidenses”.
Los miembros del Congreso cuestionan las políticas comerciales agresivas del mandatario y advierten que los aranceles a las importaciones incrementan los precios para los consumidores y exponen a los agricultores y productores estadounidenses a represalias en el extranjero.
“El anuncio de esta noche parece imprudente y no es un enfoque específico”, indicó Orrin Hatch, presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, en un comunicado.
“No podemos hacernos de la vista gorda ante las prácticas comerciales mercantilistas de China, pero esta medida se queda corta de una estrategia que le dé al gobierno una ventaja en las negociaciones con China mientras mantiene la salud y prosperidad a largo plazo de la economía estadounidense”