En nuestra entrega anterior afirmamos que la política del Partido Comunista Chino de limitar cada familia a tener un hijo provocó el mayor número de abortos de niñas del planeta. Como resultado, actualmente hay entre treinta a cuarenta millones más de hombres, que de mujeres. Esto equivale a que toda la población de Perú o Argentina fuera exclusivamente masculina. Causas económicas más una cultura milenaria llevaron a las familias a preferir tener un hijo y sacrificar a las niñas. Materialmente, la política fue un éxito: limitó el crecimiento poblacional, y por ende, limitó el incremento de la mano de obra en un momento de alto crecimiento económico, produciendo un alza salarial a partir del 2012. Naturalmente, esta medida produjo una herida en el alma o la sicología de la sociedad china difícil de curar. Con estas reflexiones hacemos un llamado a la sobriedad, en medio de un coro de auto-aprobación por este supuesto paso de “avance.” Aquellos que creen en la santidad de la vida y que consideran reprochable una epidemia de abortos e infanticidios en contra de niñas deben tomar las relaciones con la nueva China con prudente reserva.

Pero además, los ecologistas dominicanos deben tomar nota, pues el nuevo capitalismo chino es el mayor devorador de recursos naturales del planeta. Y como tal, China se comporta igual a lo que Lenin postuló en su tesis sobre el imperialismo como última etapa del capitalismo. Siendo así, el gigante asiático ofertó 19,7 mil millones de dólares por la muy imperial minera Río Tinto, fundada en el 1873, cuando la Reina Victoria de Inglaterra e Irlanda y Empreratriz de la India gobernaba su imperio. Aun más, “China ha elegido un camino de alto riesgo, ignorando los derechos humanos y violando las sanciones de la ONU, para asegurar la energía y otros recursos necesarios para sostener el rápido crecimiento de su economía,” escribe Yuriko Koike, en Aljazeera. Siendo así, en la primera década del siglo, ella compró la mitad de la producción petrolera de Sudán, bajo el gobierno de Omar al-Bashir, sometido ante la Corte Criminal Internacional por tres delitos de genocidio, en Darfur. Sin mencionar, su alianza con el autoritario gobierno de Maduro a cambio del suministro de petroleo. ¡Ay Miranda cuida tu loma! Pero hay algo más significativo en todo esto. Los domincianos cada día demostramos carecer de valores éticos firmes. Y aquellos que carecen de un punto de apoyo firme, terminan en cualquier lado, guiados por lo que presumen les conviene, sin lealtad a nada, ni a nadie. El caminar sin brújula, no nos llevará a ningún lado, que no sea a nuestro fracaso.

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