Santiago. La expansión vertiginosa del vertedero de Rafey amenaza las barriadas levantadas en su entorno en el sector Cienfuegos, que se ven afectadas con el brote de enfermedades de la piel.
“La basura que lanza el ayuntamiento se está acercando como un tsunami a estas comunidades marginadas de Cienfuegos”, denunció el pastor Pablo Ureña, quien desde hace más de una década opera el programa Niños con una Esperanza y que en principio trabajaba en el rescate de menores que laboraban como buzos en el basurero.
Dijo que los desperdicios son alejados de la compañía recicladora y los acercan de manera abusiva a los barrios vecinos al vertedero, poniendo en peligro la salud de miles de personas, especialmente de niños y ancianos.
El barrio Santa Lucía, donde funciona Niños con una Esperanza y otros dos proyectos de protección a menores en condición de vulnerabilidad, es uno de los más afectados por la expansión.
Afectados
Algunas de las personas que residen en la zona presentan problemas de afecciones gripales y problema de la piel. “Mis hijos siempre están con problemas en la piel y a mí misma no se me quita esta comezón. Lo que pedimos es que la basura la tiren en otro lugar y no tan cerca de las casas. Por lo visto, tendremos que mudarnos”, apuntó Juanita Núñez, una de las damas afectadas.
Una de sus hijas presenta afecciones en los dos brazos y lo atribuye a los altos niveles de contaminación que se genera desde el basurero municipal. Otro de los problemas que enfrenta el llamado ecoparque es la delimitación o construcción de pared de seguridad.
Varios sectores han pedido al Gobierno central que ayude económicamente a la alcaldía para que sea levantada una pared que separe las barriadas. De acuerdo con informes de la alcaldía de Santiago, en el vertedero de Rafey se reciclan unas 600 toneladas de basura por día, lo que ha contribuido con el saneamiento de los barrios que antes eran afectados por la humareda.
