El vocero del bloque de diputados del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y expresidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, es conocido por “comandar su tropa” para seguir la línea del partido y no morir en el intento.
El pasado jueves, el día de la fatídica sesión donde se trató de conocer la ley de partidos, se le vio muy activo llamando, incluso vía telefónica, a los legisladores que estaban ausentes y les pedía que se presentaran en el Salón de la Asamblea aunque no votaran por la decisión que tomó la comisión ejecutiva de esa organización sobre la celebración de las primarias.
Atrás le seguía su brazo ejecutor y ex vice vocera de la bancada, Gloria Reyes, con libreta debajo del brazo, pasando lista a los asistentes a la reunión que realizó el bloque por más de una hora. En la lista estaban presentes 47 de 49 diputados que tiene el PRM. Los otros dos habían llegado directo a la sesión y no se contabilizaron.
Minutos más tarde, Pacheco bajó de la reunión a la sesión, esperanzado en que luego de escuchar las inquietudes de los diputados y con su poder de convencimiento, éstos tomarían su lugar del “lado de la historia”.
Al primer pase de lista del presidente de la Cámara de Diputados, Rubén Maldonado, había 12 perremeístas ausentes. El vocero tomó un turno para decirles a los ausentes que lo estaban viendo que entraran o pagarían la consecuencia ante la opinión pública.
“Hoy los ojos del país, una vez más se sitúan sobre el Congreso Nacional, especialmente sobre la Cámara de Diputados”, dijo.
Luego de su intervención dos de los que estaban afuera del salón, llegaron. A otros se les vio merodeando por los pasillos de la Cámara a la espera que fuera levantada la sesión por falta de quorum, como en efecto pasó.
Pero para varios diputados del PRM, quedar bien ante la opinión pública y con su partido, era asunto de vida o muerte. Por ejemplo Ricardo de los Santos, quien horas antes del encuentro estuvo ingresado en un centro médico y fue dado de alta para acudir a la sesión.
Una veterana legisladora expresó los motivos por los cuales no está de acuerdo con las primarias cerradas, incluso señaló que el extinto líder José Francisco Peña Gómez las favorecía. Pero al final acogió la línea institucional y se sentó.
Se notó la ausencia de una diputada que fue a la reunión y en el primer pase de lista no estuvo en el salón. Colegas del Cibao del partido la llamaron por teléfono para conocer su estado. Resulta que tuvo un percance personal y llegó justo al segundo pase de lista.
Se escuchaba entre los perremeístas el murmullo de ¿Dónde está fulano? y ¿por dónde tu vienes? De boca en boca, se oían las excusas de algunos, como la diputada Jacqueline Montero, quien tuvo un asunto familiar de urgencia de último minuto que la obligó a salir del edificio del palacio congresual.
Otros, como Sergio Moya de la corriente de Luis Abinader, no dieron mayores excusas. Él simplemente no favorece las primarias cerradas en su convicción personal.
Luego de levantada la sesión, los ausentes que responden al expresidente Hipólito Mejía, convocaron una rueda de prensa para dar su versión de los hechos.
Andrés Bernard, Dionisio de la Rosa, Amado Díaz, José Morel, Adelis Olivares, José Luis Rodríguez Hiciano y Miledys Suero, justificaron que hubo puntos que como bloque no fueron tratados. Sin embargo Suero estuvo en ambos lugares: en la sesión y en la reunión de los ausentes.
Otros diputados de Hipólito, que sí asistieron al hemiciclo, dijeron a la prensa que esas fueron decisiones personales, no una línea de su líder. Uno de los más jóvenes le comentaba a su compañero de bancada, que había que cuidar la imagen porque en “las redes estaban viendo quien sí y quien no”.
En la bancada del PRM se sentó un “infiltrado” del PRD mientras su bloque estaba en el cuarto piso reunido con el bloque del partido de gobierno. “Estoy más aquí que allá”, murmuró.
