DAMASCO, Siria — Desafiantes, cientos de sirios salieron el sábado a las calles de Damasco, la capital de Siria, para tocar las bocinas de sus automóviles, enarbolar carteles y ondear banderas sirias en símbolo de resistencia luego de los ataques aéreos conjuntos sin precedentes por parte de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.
Inmediatamente después del ataque, cientos de residentes se reunieron en la plaza Omayyad de Damasco para celebrar lo que ellos dijeron era un logro del ejército por derribar o desviar algunos de los misiles. Muchos ondearon banderas sirias, rusas e iraníes. Algunos aplaudieron y bailaron, mientras que otros se unieron a una caravana de automóviles que tocaban sus bocinas en símbolo de resistencia.
“No tenemos miedo de los misiles de Estados Unidos. Humillamos sus misiles”, dijo Mahmoud Ibrahim, mientras ondeaba una bandera siria desde la ventana de su automóvil. La multitud se acercó a la Universidad de Damasco donde combatientes progubernamentales bailaron, agitando fusiles automáticos sobre sus cabezas.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció el viernes por la noche que los tres aliados habían lanzado ataques militares para castigar a Al-Assad por su supuesto uso de armas químicas y para evitar que lo volviera a hacer. Trump aseveró que Washington está preparado para “mantener” la presión sobre Assad hasta que termine con lo que el mandatario estadounidense describió como un patrón criminal en el que usa armas químicas, prohibidas a nivel internacional, para matar a su propia gente.
El gobierno de Siria ha rechazado en repetidas ocasiones que esté usando armas prohibidas. Un grupo de inspectores del órgano de control de armas químicas internacionales estaba en Damasco y se tenía previsto que viajara a la ciudad de Duma el sábado, donde más de 40 personas murieron por un supuesto ataque con armas químicas.