Santiago. El déficit de agua potable que padecen las comunidades de Santiago es atribuido al consumo de 82 mil usuarios irregulares conectados a las redes y que no pagan el servicio.

De acuerdo a Silvio Durán, director general de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), los 114 millones de galones diarios que produce la entidad acuífera deberían ser suficientes para dotar de servicio adecuado a la población de Santiago.

Sin embargo, de los 145 mil usuarios conectados a las redes, menos de la mitad paga el agua. En total, suman 400 mil las personas que consumen el vital líquido y que no están registrados por la Coraasan. Según Durán, solo en las riberas de cañadas, hay seis mil usuarios, equivalentes a 30 mil personas que utilizan el agua potable de manera descontrolada, debido a que no existe una “Ley de Agua”, que permita sancionar a los que no pagan y hacen uso irracional.

En comunidades como Pueblo Nuevo, que reciben con regularidad el líquido, la Coraasan asegura que en su mayoría dejan de pagar el servicio, pero en ocasiones han acudido a la violencia para no permitir que le corten el agua. Durán habló previo a dar el primer picazo para dejar iniciados los trabajos de rehabilitación de redes de agua potable de la zona este del municipio, acto que tuvo lugar en la cancha de la Villa Olímpica, ubicada en la doble vía de la calle Menelio Almonte.

Las labores de rehabilitación permitirán mejorar el servicio en la Villa Olímpica, El Embrujo III, el barrio San José y La Mina y consiste en la colocación de 1,400 metros lineales de tubería de 12 pulgadas.

La inversión es de 11,868,015 pesos, financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Hasta el lugar llegaron varios usuarios para quejarse de las altas tarifas y el tiempo que llevan sin recibir agua. Delfina Contreras, residente en el residencial Luz de Luna, dice lleva más de once días sin el vital líquido y paga mil 100 pesos al mes.

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