“Educador, editor, librero y pastor de almas”

1. El personaje
Hablar de don Julio Postigo es pensar en generosidad, cultura y entrega. Nació en San Pedro de Macorís el 11 de febrero de 1904, de padre puertorriqueño y madre dominicana. A los 18 años, este mensajero de paz comenzó a llevar las buenas nuevas del Evangelio, lo que motivó que los que le conocieron le llamaran “el pastorcito”. Fundador de colegios bíblicos y laicos así como las librerías Dominicana e Hispaniola, bajo su dirección, en el 1949, se estableció el primer depósito bíblico local. Toda su vida fue un ejemplo de entrega al servicio de la difusión del dogma que profesaba y se consagró a la unificación monolítica de la sociedad cristiana tanto nacional como internacionalmente, para lo cual, entre otras actividades, fundó el boletín oficial de la Iglesia Evangélica Dominicana, al que llamó “Nuestro Amigo”. Casó con doña Luz Minerva Vilanova, con la cual procreó a Julio César y a José Antonio Postigo.

Fue el pionero de las ferias del libro en República Dominicana. En 1950, a sugerencia suya, se instituyó el 23 de abril como Día del Libro, en honor al día de nacimiento de Miguel de Cervantes y Saavedra, que se concretizó un año después, 1951, cuando se llevó a cabo la primera muestra de este tipo en el Parque Colón.
Ese mismo año de 1951, abre sus puertas la Sociedad Bíblica Dominicana en Santo Domingo, como una Agencia Bíblica, ubicada en la calle Mercedes esquina 19 de Marzo, de la cual fue nombrado sub-agente, con el apoyo de la Sociedad Bíblica Americana y localmente de la Iglesia Evangélica. Gran defensor de la dominicanidad, y en ese sentido, el 11 de marzo de 1965, siendo presidente del Club Rotario de Santo Domingo junto con Earl R. Threan, secretario, sugirieron que se sustituyeran los nombres de extranjeros que llevaban muchas vías de nuestra cuidad, para ser designadas con nombres de dominicanos meritorios, para lo cual, el 29 de marzo de ese año, hicieron la petición formal al cabildo de Santo Domingo. La foto número uno, sin fecha, nos muestra a don Julio, en ese momento presidente de la Comisión Nacional de la Alianza para el Progreso, al momento de patrocinar un concurso de composiciones literarias para estudiantes secundarios.

2. Su vida pública

En lo referente a su participación en la vida pública, cabe destacar que fue secretario del Partido Nacionalista en 1916, según consigna su biógrafo J. Adalberto Martínez. Postulado a regidor por el Partido Revolucionario Dominicano en 1962, vicepresidente del Ayuntamiento del Distrito Nacional en 1963, miembro del Gobierno de Reconstrucción Nacional, formado el 7 de mayo de 1965 para sustituir la Junta Militar de San Isidro, que estaba encabezada por el coronel Pedro Bartolomé Benoit, y permaneció en éste hasta su renuncia el 10 de agosto de 1965.

Además, fue miembro suplente de la Junta Central Electoral, miembro fundador de la Asociación de Rehabilitación, en 1963; presidente del Club Rotario, y formó parte de la Asociación Cristiana de Jóvenes, de las Aldeas Infantiles, del Patronato contra la Diabetes, del Festival Internacional de la Cultura, de la Sociedad Dominicana de Geografía, de la Fundación Dominicana de Desarrollo; presidente de la Comisión Nacional de la Alianza para el Progreso, así como de diversas organizaciones que luchaban contra el uso, abuso y consumo de drogas, entre otras. En la foto número dos, cortesía del diario Sarasota Journal, del 28 de junio de 1963, vemos a Postigo, vicepresidente del Ayuntamiento del Distrito Nacional, ante una estatua de David, sosteniendo en la mano la obra de Juan Bosch, “David, Biografía de un rey”, durante visita realizada a la ciudad de Sarasota, Florida. Estuvo acompañado de los funcionarios norteamericanos Bob MacGregor, izquierda, y Ken Donahue.

3. Librerías Dominicana e Hispaniola

El proyecto de la Librería Dominicana nació en el 1921 sin fines comerciales, sólo para dar servicio a la comunidad dominicana. Desde el 1937, la misma se mantuvo como un salón de lectura y biblioteca para que los estudiantes tuvieran un ambiente adecuado donde estudiar. Siendo muy joven, fue contratado por Samuel Guy Inman, abogado de misiones protestantes en América Latina, para atender una pequeña librería evangélica, la que años más tarde sería su afamada Librería Dominicana, donde posteriormente se ubicó la Sociedad Bíblica. El ambiente de la misma era uno de los más mágicos que se haya conocido en el país, con sus libros a portada expuesta. En marzo de 1981 don Julio se retiró de la librería tras dedicarse por 60 años a difundir cultura y proteger a jóvenes escritores. Uno de los más resonados y conocidos méritos de la librería fue la publicación de libros bajo la “Colección Pensamiento Dominicano”, que difundió las obras de los principales autores dominicanos antes de que sugieran las fundaciones y los Bibliófilos, entre los que se encontraban Manuel de Jesús Troncoso, Juan Bosch, Flérida de Nolasco, Max Henríquez Ureña y Joaquín Balaguer. En la librería se celebró la primera reunión del Centro de Rehabilitación y en sus salones se juntaron por primera vez católicos y protestantes.

Otro de los proyectos culturales de don Julio fue la Librería Hispaniola, fundada en 1965 en la Calle José Reyes esquina El Conde. Postigo, al decir de libreros y lectores que conocieron este proyecto, la tenía como uno de sus pasatiempos y a la vez un espacio para presentar y promover temas de fe. La misma quedó refundida con la Librería Dominicana el 14 de febrero de 1973, fecha a la que corresponde la foto número tres, al momento en que pronunciaba las palabras de reinauguración de este establecimiento. Aparecen en la misma, de izquierda a derecha, el profesor Antonio Cuello; el reverendo Howard Shoemaker, el padre Vicente Rubio, las señoras Luz Vilanova de Postigo, Zoraida Heredia Vda. Suncar y el licenciado Pedro Troncoso Sánchez.
Continuará la próxima semana.

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