En esta imagen del 23 de diciembre de 2017, tomada de un video cortesía de la televisora de Honolulu KHON-TV, se observa a Alan Robinson y Walter Macfarlane durante una entrevista. Los dos crecieron en Hawai siendo los mejores amigos y apenas recientemente se enteraron que, de hecho, son hermanos. (KHON via AP)
En esta imagen del 23 de diciembre de 2017, tomada de un video cortesía de la televisora de Honolulu KHON-TV, se observa a Alan Robinson y Walter Macfarlane durante una entrevista. Los dos crecieron en Hawai siendo los mejores amigos y apenas recientemente se enteraron que, de hecho, son hermanos. (KHON via AP)

HONOLULU— Dos hombres de Hawai que crecieron siendo los mejores amigos se enteraron recientemente que, de hecho, son hermanos y aprovecharon las fiestas navideñas para dar a conocer la noticia a familiares y amigos.

Alan Robinson y Walter Macfarlane han sido amigos durante 60 años. Ambos nacieron en Hawai con 15 meses de diferencia, se conocieron en sexto grado y jugaron juntos fútbol americano en una secundaria de Honolulu.Macfarlane nunca conoció a su padre y Robinson era adoptado. Por separado, ambos buscaron respuestas sobre su ascendencia.Macfarlane recurrió a su historial familiar y a sitios web de coincidencias de ADN después de búsquedas infructuosas en internet y redes sociales, reportó la televisora noticiosa de Honolulu KHON-TV.“Así que después comenzamos a adentrarnos en todas las coincidencias que obtenía”, dijo su hija Cindy Macfarlane-Flores.Una coincidencia mayor de ADN — alguien con cromosomas X idénticos — tenía el nombre de usuario Robi737. El sobrenombre de Robinson era Robi y volaba aviones 737 para la aerolínea Aloha Airlines, destacó Macfarlane-Flores.

Resultó que Robinson utilizó el mismo sitio web para encontrar respuestas sobre su familia. Posteriormente se enteró que habían nacido de la misma madre.

“Fue un shock”, dijo Macfarlane.

La noche del sábado ofrecieron una fiesta en la que dieron a conocer la noticia a familiares y amigos.

“Fue una experiencia sobrecogedora, lo sigue siendo”, admitió Robinson. “No sé cuánto tiempo me lleve superar esta sensación”.

Ya hicieron planes para viajar y disfrutar juntos de su jubilación.

“Es el mejor regalo de Navidad que pude haberme imaginado”, dijo Robinson.

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