“Jana” es una película de contenido cristiano, producida y dirigida por los esposos Patricia Landolfi de Segarra y Federico Segarra. Su tema central es sobre las organizaciones (sectas) siniestras que reclutan jóvenes inseguros e insatisfechos, con fines de utilizarlos en actos delictivos extraños y hasta en ciertos casos satánicos con intenciones siniestras. “Para la creación de esta película, sus creadores hicimos una investigación en la que recolectamos testimonios de personas que han sido abusadas y reclutadas por este tipo de organizaciones”, refirieren sus creadores, al tiempo que dijeron que, además, trataron el tema de cómo se ha degradado el núcleo familiar, el matrimonio, los hijos abandonados o descuidados que al crecer sin la atención debida de los padres, llegan a desviarse o a ser atraídos por vientos de doctrinas erróneas que los involucran en actividades oscuras, poniendo en peligro hasta su vida.

¿Cuál es el objetivo de la película?
Jana, que en idioma hebreo significa regalo de Dios, tiene como objetivo fundamental orientar a los jóvenes de estos tiempos, dándoles esperanza y mostrándoles que a través del amor de Dios cualquier error que cometamos, sin importar su dimensión, tiene solución. La sociedad, en la actualidad, presenta graves problemas en el manejo de las relaciones familiares y por esta razón enfrenta terribles y devastadoras consecuencias con relación a este flagelo.

¿Es Jana financieramente posible?
Esta película se hizo sin presupuesto. Teníamos el objetivo muy claro de hacer un largometraje de calidad, pero no teníamos dinero para hacerla. Mas, la pasión por lo que hacemos, el amor y la provisión absoluta de Dios nos permitió llevarla a cabo y terminarla exitosamente. Nos tomó tres años, pues al ser producida completamente por voluntarios cristianos comprometidos, podíamos filmar solo los fines de semana. Pero tuvimos la bendición de contar con un equipo de apasionados por Dios, que dieron todo el esfuerzo para que la misma se grabara con excelencia. Para nosotros fue una experiencia sobrenatural, ver como Dios, cuando envía respaldo, y todo lo que necesitábamos para filmar Jana lo tuvimos y más. Tenemos múltiples testimonios de la provisión divina, desde los alimentos y bebidas para el set de grabación, hasta elementos importantes y muy costosos como carros de lujo, helicóptero, jet privado, velero, yate y hermosas locaciones que fueron cedidas sin costo alguno.

¿Cuál es la trayectoria de Jana?
Jana tuvo su estreno en nuestra Iglesia, el 31 de marzo, con tres presentaciones simultáneas a casa llena. Luego tuvimos una bellísima invitación para presentarla en el Retiro de Verano de Ministerios Ebenezer, Guatemala, donde más de 20 mil personas asistieron. Además, en la Florida, tuvimos otras presentaciones. Aquí en el país la presentamos en diversas iglesias del interior y el Distrito Nacional. Ahora tenemos planeado llevarla a la pantalla grande a nivel nacional.

¿Selan Films nace para hacer posible este filme o con mayor proyección?
El propósito de Selan Films es seguir haciendo lo que Dios nos llamó hacer. Tenemos el respaldo ministerial de la Iglesia de Cristo Ministerios Elim, en la persona del doctor y pastor Fernando Ortiz, quien ha creído en la visión y nos ha apoyado sin condiciones. Pedimos a Dios que abra los corazones de los inversionistas con miras de hacer más cine con mensajes y valores cristianos, somos una nación fundamentada en la palabra de Dios, como prueba evidente, somos la única nación del mundo que cuenta con una biblia en su escudo.

¿Es el cine cristiano cuestión de fe?
Pues sí, efectivamente. La fe es el eje fundamental para emprender un proyecto cinematográfico cristiano, pues al emprender un proyecto de esta naturaleza, teniendo por delante muchos retos, por no decir todos los obstáculos en su consecución y con una incredulidad absoluta por la falta de recursos monetarios tangibles, se necesita la fe que te impulsa a caminar sobre las aguas y seguir adelante, con los ojos puestos en Jesús.

Las películas cristianas viven un creciente interés ¿a qué se debe?
En los últimos años, con la creciente era de la globalización, el internet y todas las herramientas en línea de información, estás viviendo en un mundo visual, la sociedad se ha quitado el velo de la desinformación y la degradación de los valores, y ha surgido una necesidad de búsqueda de la verdad de Dios. Esta sed de buscar materiales cristianos ha motivado a ministerios cristianos expertos en el área de cine a realizar estas producciones cinematográficas que promueven el inmenso amor de Dios y su infinita misericordia.

¿Cuáles son los retos que afronta la industria del cine en la actualidad?
Aquí estamos por buen camino. Desde hace un tiempo el Estado está impulsando y apoyando el séptimo arte, y esforzándose en afinar la Ley de Cine para obtener un mayor alcance en la producción de largometrajes cinematográficos; empoderando a los artistas de ese medio a seguir creando y afinando sus producciones. Debe haber un capítulo que apoye de la misma manera a películas de iniciativa cristiana, apoyándolas y exhortando a los inversionistas a que asignen una partida de su presupuesto a este tipo de producciones.

¿Están interesados en otro tipo de proyectos?
Estamos enfocados en el cine con valores. Tenemos una pasión por mostrar lo bueno, lo que realmente nos enorgullece. Cualquier tema de índole social, inspiracional, también está dentro de nuestra carpeta de opciones. En estos momentos tenemos dos producciones en ensayo. Un drama inspiracional, de corte profundamente social, de un tema que abate nuestra sociedad y la de muchos países del mundo, y otra cristiana donde mostramos el inmenso amor de Dios y su capacidad de perdonar.

¿Qué factores influyen a favor o en contra de la recepción y taquilla de una película cristiana?
Hoy día se tiene la percepción errónea de pensar que una producción cristiana es de muy mala calidad, pues es hecha sin profesionalismo, solo con el fin de evangelizar y no como una obra de arte. En el caso de “Jana” pusimos todo el “know-how” de hacerlo con excelencia en todos los sentidos. Procuramos que la fotografía fuese hermosa, los diálogos ricos en un lenguaje curado y cuidado con el fin de que la película sea una representante digna de nuestro país, y que los escenarios que se presentan cuenten al mundo la belleza natural con que contamos en el país. Así mismo, los actores, aun sin tener experiencia previa, les ofrecimos talleres de actuación y ellos dieron todo su esfuerzo para emprender esa labor. Las intenciones que tenemos como productora es seguir aunando esfuerzos, capacitando jóvenes que tienen toda la pasión para servirle a Cristo, y quizás no tengan los recursos educativos para estos fines, y juntos seguir contribuyendo para que la juventud que tiene ansias de encontrar su camino en un futuro sean personas empoderadas para una mejor nación.

Solicitud
Nosotros como país debemos impulsar las producciones cristianas, mostrando interés en la proyección de este tipo de arte”.

Percepción
Lamentablemente, la degradación y los antivalores acaparan los titulares y carteleras de cine, pues están en la mayoría de las producciones”.

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