La política norteamericana en el Caribe. Cerrando el círculo: De nuevo con Donald Trump

“Nuestros líderes son estúpidos. Nuestros políticos son estúpidos. Tenemos que construir un muro rápidamente. Y no me molestaría en ponerle una gran y bella puerta”, enfatizaba reiterando las polémicas declaraciones sobre inmigrantes mexicanos&

“Nuestros líderes son estúpidos. Nuestros políticos son estúpidos. Tenemos que construir un muro rápidamente. Y no me molestaría en ponerle una gran y bella puerta”, enfatizaba reiterando las polémicas declaraciones sobre inmigrantes mexicanos que le situaron en el centro del panorama mediático.“Si no fuese por mí, usted ni siquiera estaría hablando sobre inmigración ilegal”, contestó con contundencia cuando Chris Wallace, moderador del debate, le preguntó sobre el polémico asunto.

“No sabía que el dinero iría destinado a jets privados de todo el mundo, pero así fue”, respondía cuando fue cuestionado por el dinero que donó a la demócrata Hillary Clinton. “A Hillary Clinton le dije: ‘Ven a mi boda’, y vino a mi boda. No tenía elección porque hice una donación a su fundación”, añadía al respecto.

“Mis comentarios solo se referían a Rosie O’Donnell, pero no tengo tiempo para ser políticamente correcto”, señalaba cuando Megyn Kelly, presentadora de Fox News, le recordaba sus críticas y palabras ofensivas contra las mujeres a las que llegó a llamar “cerdas gordas o animales desagradables”.

“Puedo hacer esa promesa si yo soy el candidato”, aseguraba el multimillonario sobre si apoyaría o no a otro candidato. Asimismo afirmó que no descarta presentar una candidatura independiente, si no logra ser el elegido para liderar a los republicanos.
“Creo que no me ha escuchado. Está teniendo una noche muy dura”, le espetó a Rand Paul cuando le recriminó su apoyo hace unos años a un sistema sanitario parecido al que defiende Obama.

“Diría que Obama es un incompetente, pero no quiero hacerlo porque no es elegante”, aseveraba Trump en relación a la política exterior del actual presidente. “Lo que está pasando en Irán es una desgracia y va a causar gran destrucción en muchas zonas del mundo”, decía en referencia a uno de los mayores triunfos de la Administración Obama.
“No creo que les haga mucha gracia”, contestaba después de que Kelly le preguntara cuándo se convirtió en un republicano, respuesta con la que arrancó los aplausos del público.

“Soy todo lo contrario de lo que tenéis ahora, estamos como en polos opuestos”, decía para marcar una línea roja con el resto de sus nueve oponentes.

“Ya no ganamos… Hacemos las cosas mal”, sentenciaba en su discurso de clausura en referencia al rumbo por el que navega el partido conservador al que aspira liderar. [1]
Comencé esta serie hace varios meses, al momento en que el polémico magnate ganó la presidencia de Estados Unidos. Termino este largo ciclo como inicié: sin idea clara sobre la política de Trump no solo sobre el Caribe, sino sobre NADA. No sé, no estoy segura, nadie está seguro cuál es la política de Trump sobre el Caribe, o sobre otro aspecto. Sus posiciones son cambiantes, o en algunos casos ha encontrado el paro institucional, porque en Estados Unidos, a pesar de ser un país presidencialista, las instituciones funcionan y no se doblegan a la voluntad de los presidentes. Sus opiniones son tan extremistas, como puede verse en esa selección de frases que hizo el periódico El Mundo, y que encabeza este artículo.

Este artículo será muy breve. Tengo poco que decir, sobre un hombre que ostenta el cargo de presidente de la primera potencia mundial, y cuya figura, y por supuesto sus acciones, están lejos de ser la de un estadista. Un hombre de reacciones primarias, que no somete sus ideas al juicio de la prudencia, sino que dice lo que piensa de manera abrupta. La evidencia más clara que quiere funcionar al margen de las instituciones, es que su hija Ivanka no ostenta ningún cargo, y sin embargo, está sentada a la diestra de Su Padre, tomando decisiones de temas trascendentales tanto de política interna como externa. Su verbo incendiario y primario es capaz de atacar a los representantes de los organismos de seguridad como el FBI o la CIA.

Las acusaciones que le han perseguido sobre sus vínculos con Rusia no se detienen. Ahora es su hijo que está en el corazón de la tormenta por sus vinculaciones con algunos sectores de poder en Rusia.

Sin embargo, en materia caribeña ya definió su posición. Quiere tirar por la borda la apertura iniciada con Obama sobre Cuba, ya lo dijo, y de seguro está ideando la manera de boicotear el proceso. No estoy segura si tendrá éxito, pues hay mucho capital norteamericano invertido en Cuba, y es un elemento de peso. ¿Le permitirán los inversionistas detener el proceso de capitalización acelerada que hay en Cuba? Tengo mis dudas.

Trump no cree ni en las instituciones, ni en los acuerdos multilaterales. Él cree solo en su voluntad, al margen de la realidad, y por supuesto, creyendo que su poder está por encima de todo y todos. ¿Podrá su voluntad estar por encima de las instituciones, las leyes y los propios intereses norteamericanos?

En otro orden, ha desafiado a ISIS, diciendo que bajo su mandato el terrorismo no tiene cabida. Su discurso no es conciliatorio, sino de enfrentamiento. Creo, mejor dicho, estoy segura de que no entiende la complejidad del terrorismo. Su relación con sus iguales es difícil, tanto que la Unión Europea está elaborando su estrategia al margen de Estados Unidos.

Amigos lectores. Amigos que siguen esta columna cada sábado, no sé qué decirles, sobre esta coyuntura actual. Por suerte soy historiadora y estudio el pasado. Lo malo es que también soy ciudadana y me preocupa el presente y el futuro. Por suerte a partir de la próxima semana inicio otra serie.

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1. [1] http://www.elmundo.es/internacional/2015/08/07/55c48ebe268e3ecf708b457b.html.

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