Quito. El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, se despidió de sus simpatizantes antes de abandonar el país para irse a vivir a Europa.Cientos de partidarios se congregaron en las inmediaciones del aeropuerto de Quito para despedirlo con pancartas y gritos como “¡Rafael, por siempre nuestro presidente!” y “¡Gracias, Rafael!” El exmandatario llegó asomado a través del techo corredizo de su vehículo y saludando con la mano.
Antes de cumplir trámites migratorios para viajar a Bélgica, de donde es oriunda su esposa Anne Malherbe, Correa se dirigió a sus simpatizantes y dijo: “dejamos un país absolutamente cambiado, pero aún en proceso. Por favor entiendan, no son vacaciones, no es que me tomo un descanso… Tienen que aprender a marchar sin mí”. Añadió que “no es fácil tener que ver todo lo que hemos tenido que aguantar… Tal vez buscamos un refugio de paz en la segunda patria (Bélgica)”.