La “revolución” de las redes sociales

Recientemente, Instagram incorporó hace unos meses la novedad de “Instagram Stories” y ya son más de 200 millones las personas que suben a diario sus “historias”, mientras que Facebook persigue las cuentas de noticias falsas.

Las redes sociales

Una conversación entre amigos de la tercera edad abordó con alarma el fenómeno casi universal entre la población prácticamente…

Recientemente, Instagram incorporó hace unos meses la novedad de “Instagram Stories” y ya son más de 200 millones las personas que suben a diario sus “historias”, mientras que Facebook persigue las cuentas de noticias falsas.En los últimos años, el nacimiento y desarrollo de las redes sociales ha sufrido un crecimiento estratosférico, convirtiéndose en parte fundamental y cotidiana de nuestras vidas. Lo habitual es que la mayoría de los internautas cuenten con más de un perfil social. Sin embargo, no solo los usuarios individuales acaparan la red, sino que las grandes empresas han sabido valerse de su uso para promocionarse e interconectar con sus clientes. También los grandes líderes políticos han sucumbido a su poder.

Aunque el término “red social” nos pueda parecer algo nuevo, lo cierto es que, ya en los años 90 podemos encontrar el origen de Facebook o Instagram. Para conocer más sobre su genealogía, hay que remontarse hasta el año 1994, en el que nace Geocities, considerado uno de sus principales predecesores. Consistía en un alojamiento gratuito para páginas web. La página representaba una ciudad en la que existían diferentes barrios. El usuario tenía que elegir uno en función de la temática de su web, y no podía superar los 5 MB de tamaño. Fue comprada por Yahoo, por casi 4 mil millones de dólares, una decisión que resultó impopular, desencadenando que fuese cerrada una década después.

La primera gran revolución de las redes sociales llega en 2003 con la creación de My space, una red social que ya permitía crear un perfil completo, con áreas como: información acerca de ti, tus gustos e intereses, y tus preferencias a la hora de conocer gente, así como la posibilidad de compartir fotos y música. Aunque sigue funcionando, ha quedado relegada por el auge de otras redes mucho más potentes. En 2003 surge LinkedIn, concebida como una red de negocios profesional. En la actualidad cuenta con más de 400 millones de usuarios. En 2004, en pleno boom del Messenger de Microsoft, un jovencísimo Mark Zuckerberg funda Facebook, consiguiendo crear un antes y un después en la historia de las redes sociales. La premisa era muy sencilla, interactuar con ‘amigos’ compartiendo tus sucesos cotidianos a través de fotos en las que podías etiquetarlos, o de mensajes en el muro. Su verdadero éxito llegaría con la adaptación de la red a diferentes idiomas, consiguiendo llegar a todas partes del mundo. Al día de hoy el tándem perteneciente a Zuckerberg y formado por Facebook, WhatsApp, Messenger e Instagram parece ya insuperable.

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Una conversación entre amigos de la tercera edad abordó con alarma el fenómeno casi universal entre la población prácticamente de todas las edades, sin fronteras geográficas, que absorbe una buena parte del tiempo y la atención de la gente a todas horas.

Es que la tecnología de las comunicaciones ha hecho posible el seguimiento del contenido de las redes sociales prácticamente desde cualquiera punto del planeta, inclusive a través de teléfonos celulares de los llamados inteligentes.

Es indudable que tales desarrollos representan un salto cualitativo de enorme magnitud que posibilita al individuo ser reconocido por una gran masa de personas con quienes interactúa en las redes sociales, así como para ensamblar o crear círculos de mayor intimidad con gentes con intereses afines. Así, la diversidad de intereses, que puede enriquecer, también representa un peligro para el desarrollo de la mente infantil y de la juvenil, por parte de gentes malsanos que procuran atraer con propuestas de apariencia benévola o inocente, a infantes y jóvenes, muchos de los cuales caen en las redes de personajes de mentes retorcidas, o de quienes procuran mercadear productos o servicios ilegales o envilecer el alma infantil o juvenil con prácticas adictivas.

El peligro que representan las redes sociales puede percibirse del número de suscriptores de celulares en la República Dominicana, un total de más de nueve millones, aun cuando no todos sean usados para acceder al internet o para chatear con conocidos o desconocidos. Si añadimos a tales suscriptores el número de hogares que tienen computadores con acceso a internet, podría colegirse que talvez más del 90% de la población dominicana tiene acceso a las redes sociales.

Algunos amigos relataron conocer casos en los cuales jovencitas y jovencitos conformaron grupos para intercambiar fotos tomadas por ellos para exhibir sus cuerpos en posiciones deshonrosas, que acompañaron con descripciones escritas en lenguaje soez. Peor aun, se nos indicó que ese grupo fue conformado por hijos de personalidades de la más alta sociedad dominicana que estudian en colegios de gran prestigio educativo.

Hay en las redes pederastas tratando de inducir a infantes y preadolescentes; narcotraficantes procurando que niños les sirvan de vehículo para introducir drogas en escuelas, así como a experimentar con su uso. También hay quien trate de seducir a niñas a que no solo exhiban sus cuerpos, sino también a venderse como joyas preciosas de la virginidad.

Esta alerta procura asustarlo a usted, madre, padre, abuela o abuelo, a hacer algo que le permita saber si los infantes de su familia hacen buen uso de las redes sociales. Gánese sus confianzas.

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