En el sector Simón Bolívar, de la capital dominicana, la faena ha iniciado tempranito en la mañana. En la empresa de los hermanos Miguel Ángel, Ambiórix y Narciso Vásquez se mueven pedazos de piel para la confección de calzados de un lado a otro y materiales para la fabricación de mochilas.No es una actividad nueva para estos tres emprendedores; están familiarizados con ella desde 1988. “Iniciamos desde abajo con este negocio. Confeccionábamos correas, luego carteras para damas, zapatillas, calzados para hombres, bultos y mochilas”, le dice Ambiórix a elCaribe, en una prolongada conversación, sostenida en la fábrica. Aquí las labores son intensas. Unos pedalean máquinas industriales, otros dan agujazos mientras cosen los zapatos y los demás colocan pegamento a una pieza y a la otra y algunos de los empleados mueven una caja por aquí y por allí. La empresa familiar se llama Calzados Vasant y si usted pregunta por ella en el Simón Bolívar y fuera, aparecen referencias suficientes. “De esos muchachos te puedo decir que son fajados y de gran utilidad”, comenta un transeúnte, cuando el personal de este diario se detuvo en una esquina del barrio a preguntar la dirección de la empresa.
El primer préstamo que obtuvieron los Vásquez fue de 125 mil pesos en el año 1998; un apoyo que para entonces les ofreció el Programa de Promoción y Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Promipyme), con asesoría técnica incluida. “Para entonces era mucho dinero y en adición a eso nos dieron cursos de Mercadeo y Ventas, Contabilidad, Producción y otros. Fueron cinco cursos”, rememora Ambiórix.
Y agrega: “En 2012, cuando Danilo Medina gana la presidencia, recibimos de nuevo el apoyo estatal, en un momento en que teníamos la empresa prácticamente quebrada. Recibimos nuevamente el apoyo de Banca Solidaria, a través de Maira Jiménez, la directora, con un préstamo de un millón 500 mil pesos”. Cuando le otorgaron el crédito tenían once máquinas para trabajar, ahora la cantidad es mayor. El hecho de que en 2012 la empresa de los Vásquez y otras del sector de textil y calzado (especialmente pequeñas) atravesaran por mal momento era atribuido a las importaciones, que afectaban la producción local, recuerda Ambiórix. “Abrieron la frontera e invadieron el país de productos extranjeros. Tú querías vender -por ejemplo- a un costo de 500 pesos y otro te lo traía en 300, pero sin la misma calidad”, asegura. “Pero también eso obedecía a un abandono del sector por parte de los gobiernos del pasado”, rememora Miguel Ángel Vásquez en otra parte de la conversación. “Es cuando Danilo gana en 2012 que se decide venir en ayuda de la pequeña y la mediana empresa. Es cuando resurgen las fábricas, que de la quiebra pasan a ser una realidad de trabajo y resultados”, dice Miguel Ángel.
Los hermanos Vásquez han sabido lidiar con múltiples adversidades a lo largo de 20 años, desde que les surgió la idea de emprender una empresa, pero también han conseguido “pie de amigo”. “En 2012 nosotros empezamos a participar de las licitaciones en el Estado. Hemos ganado tres veces y hemos tenido tres contratos con el Ministerio de Educación a través del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie)”, dice Miguel Ángel Vásquez. La empresa Vasant tiene una capacidad de producción de entre 8,000 y 10,000 mochilas semanalmente y unos 3,000 pares de calzados mensualmente.
“Tú sabes que Banca Solidaria lanzó el programa Mi Barrio soy Yo, que es un proyecto para apoyar a los emprendedores y a la pequeña y mediana empresa”, resalta Ambiórix Vásquez. “Nosotros agradecemos que nos hayan tomado como modelo”, agrega Miguel Ángel.
Ese proyecto que ambos resaltan ofrece financiamiento al emprendedor y asesoría técnica. Cuando elCaribe pregunta si hay planes para trabajar más allá de lo que suplen al Estado y para ampliar lo que hacen ahora, la respuesta que ofrece Ambiórix es: “Sí. Por ejemplo, estamos trabajando de cerca con el Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (CEI-RD), dando pasos organizativos para empezar a exportar en un futuro cercano. Contamos con calidad, voluntad para seguir y para quedarle bien a los clientes y a los potenciales compradores”.
Mientras, Miguel Ángel adelanta que Vasant tiene en agenda comprar otras maquinarias para robustecer las operaciones y agilizar procesos. “En temporada alta aquí trabajan entre 120 y 125 personas. Nuestra empresa es familiar, pero contribuimos con la comunidad, ayudando a que los jóvenes se ocupen y haya menos delincuencia. Si tienen empleo se ocupan… Luego se casan y tienen hijos. Cuando eso ocurre ya evitan hacer lo malo”, resalta Miguel Ángel Vásquez.
