Carta de “optimismo revolucionario”…

El 8 de mayo de 1973, El Caribe publicó en su página 6 una Nota de prensa de la Secretaría de las Fuerzas Armadas en la que da a conocer una carta, que no dice cómo la obtuvo, del guerrillero Hamlet Hermann. La carta, manuscrita, de 20 páginas,&#8230

El 8 de mayo de 1973, El Caribe publicó en su página 6 una Nota de prensa de la Secretaría de las Fuerzas Armadas en la que da a conocer una carta, que no dice cómo la obtuvo, del guerrillero Hamlet Hermann. La carta, manuscrita, de 20 páginas, fue transcrita por las Fuerzas Armadas. Esta carta tuvo respuesta de José Francisco Peña Gómez, en la que explicaba que ni él ni el PRD tuvieron conocimiento por adelantado del movimiento que se fraguaba, y la solicitud de Hermann, de que Toribio Peña Jáquez la comentara, tuvo una respuesta positiva. Luego de la publicación de la extensa carta de Hermann, publicaremos la misiva escrita a este propósito por Peña Jáquez. Hermann había sido capturado a finales de marzo de 1973, y el gobierno autorizó su salida del país a principios de junio de ese año.

“Corría el año 1968 cuando Amaury Germán Aristy se me acercó y empezó a plantearme los principios de una organización política naciente que, usando como medio la lucha armada, trataría de obtener el poder para la trasformación de la sociedad dominicana. Sus planteamientos eran claros, bien estructurados y venían a mí como un aliento en aquellos momentos en que la izquierda dominicana se debatía en una vana “lucha ideológica”. Esto así, se sucedieron una serie de entrevistas que sólo se vieron interrumpidas por el encarcelamiento de Germán Aristy. De todas maneras, me consideraba integrado de derecho, aunque no de hecho, en lo que conocería en lo adelante como “la organización”.
“Luego de que libertaran a Germán Aristy y a Virgilio Perdomo Pérez, reanudamos los contactos y empecé a servir de colaborador en una serie de tareas sencillas como eran la de prestar mi carro, conseguir papel, tinta, etc.. En 1969 me plantearon que debía viajar al exterior para recibir entrenamiento militar guerrillero. También esto me sorprendió, porque no sé de dónde me veían condiciones para tan fuerte tarea, explicándoseme que mi formación deportiva, a pesar de los treinta y tantos años de edad así como mi desarrollo ideológico me declaraban apto para tal fin. No sé qué cosas sucedieron en aquella oportunidad que impidieron mi salida, pero no fue hasta el año siguiente, 1970, cuando se me volvió a plantear lo del viaje. Ya en esa oportunidad se me informó que era el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó quien dirigía la organización y que el entrenamiento lo daban nuestros propios hombres. Esto me llenó de orgullo puesto que el prestigio político del Coronel Caamaño y su preparación militar aplicada dentro de la concepción revolucionaria garantizaban el éxito de lo que nos proponíamos.

“Coincidía que para esos tiempos se había decidido en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) mi asistencia como observador a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para aprovechar algunas experiencias obtenidas por éstos dentro del campo de las computadoras electrónicas aplicadas a la administración e investigación universitarias. Decidimos usar esto como cubierta para mi viaje al exterior que, aunque se vio interrumpido por el impedimento de salida impuesto por el Gobierno Dominicano, finalmente tuvo la autorización oficial.

“Aparte de Germán Aristy y Perdomo Pérez, nadie más sabía del verdadero objetivo de mi viaje, ni siquiera mis familiares más cercanos de quienes más me dolía separarme.

“Permanecí aproximadamente dos meses en México lo cual constituyó para mi un reposo luego de la agitada vida de Santo Domingo. Llegada la fecha de mi salida, sin avisarle absolutamente a nadie y de acuerdo con una ruta preparada por Germán Aristy, inicié el viaje que me llevaría a Cuba a reunirme con el Coronel Caamaño.

“Mi primera entrevista con el Coronel Caamaño causó en mi una grata impresión porque noté una nueva personalidad revolucionaria, sin ostentaciones de ningún tipo y con objetivos muy definidos. Me dijo que quería sostener varias entrevistas conmigo para que yo conociera los planteamientos fundamentales de la organización, a lo cual respondí que habiendo conversado con Germán Aristy mi aceptación había sido incondicional. No obstante, él insistió y me dijo que como máximo responsable quería que todo quedara más claro saliendo de boca de él. Este fue uno de los primeros indicios de su personalidad que me permitirían írlo conociendo mejor.

“Entre los puntos que me trató estaban los siguientes:

“1-.”Nuestra organización (no mencionó nombre específico alguno) había sido formada para aglutinar alrededor del grupo guerrillero a todas las fuerzas verdaderamente revolucionarias y dominicanistas. Me dijo que de los hombres que integraban la guerrilla, más de la mitad eran hombres del PRD y el resto eran antiguos catorcistas y disidentes de otros partidos de izquierda.

“Asimismo me comunicó que Germán Aristy y Perdomo Pérez estaban seleccionando los hombres del PRD que formarían el destacamento de refuerzo a nuestro grupo armado. Aún cuando el PRD mantuviera el control político sobre estos combatientes, el control y disciplina militares irían por parte nuestra, y esto era lo determinante en última instancia. Me decía esto para que yo fuera palpando algunos aspectos de la verdadera unidad revolucionaria, llevada a la práctica, que perseguía la organización.

“2- El entrenamiento era impartido por nuestros propios hombres sin la intervención de los cubanos, en base a mapas e informaciones de nuestro propio país. El Gobierno Cubano le había proporcionado una finca en la provincia de Pinar del Río y una casa en La Habana para nuestras actividades. No había interferencia de ningún tipo ni informes que rendir a nadie; había una completa independencia.

“3- Las relaciones con Bosch y el PRD eran de lo mejor y “tenía una gran esperanza puesta en el viejo”. También me habló de buenas relaciones con el “Movimiento 24 de Abril”, pero me aclaró, en lo cual estuvimos de acuerdo que éste no constituía una fuerza de masas como lo era el PRD.

“4- Amaury Germán Aristy sería el encargado de organizar y entrenar, dentro de sus posibilidades, a las fuerzas de la guerrilla urbana dentro de los Comandos de la Resistencia y a otros los enviaría con nosotros para su perfeccionamiento.
“Luego de que el Coronel Caamaño diera por terminadas nuestras entrevistas, nos trasladamos al “campo de entrenamiento” donde para mi sorpresa encontré una fuerza de alrededor de una docena de hombres, yo que pensaba encontrar allí por lo menos cientos. Con nosotros se trasladaron hasta allá, tres jóvenes del PRD que habían llegado recientemente, entre los que se encontraba Braulio, el compañero que murió de inanición en la guerrilla (éstos me manifestaron haber sido enviados desde el PRD a un tal Nápoles de nuestra organización, el cual no era otro que Perdomo Pérez).

“Este impacto, producido por el reducido número de combatientes que se preparaban allí y unas cuantas conversaciones sostenidas con Geordano Lalane José me ayudaron a entender al nuevo Francisco Alberto Caamaño Deñó, al cual de seguro no le hubiera entendido algunas cosas de no oír las historias pasadas con otros grupos de revolucionarios. Por ejemplo, el primer grupo con quien el Coronel Caamaño se reunió para formar un grupo guerrillero fue aquel en que participaban “Chuta leal”, Ulises Cerón, Pedro Sánchez, Moquete, Julio Flores, Geordano Lalane José, Mario Nelson Galán Durán y otros. Con ese grupo rompió el Coronel Caamaño, quedándose sólo con Lalane y Galán porque se cuestionó algo sobre su autoridad o se incumplió algo acordado. Su decisión fue la de que prefería empezar de nuevo a tener que ceder en esos aspectos. Este mismo episodio que me relataban, tendría oportunidad de vivirlo varias veces en el futuro.

Esta carta continuará en la próxima entrega.

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